Lineker volvió a decidir en los primeros minutos
Gary Lineker parece dispuesto a conseguir que en el Camp Nou no se vea un partido de fútbol completo. El otro día, ante el Rácing de Santander, abrió el marcador a los dos minutos de juego.Anoche, frente al Cádiz, consiguió el primer gol del Barcelona a los nueve. Por si la diferencia no estaba clara, Mark Hughes, su compatriota, su amigo, su tronco allí arriba, consiguió un precioso gol a los 37 minutos y colocó el 2-0 que sentenciaba el partido. El Barcelona, que ha recibido en su campo la visita de dos equipos que lucharán contra el descenso, se ha colocado líder sin demasiado esfuerzo pero, eso sí, con dedicación.Cuando un partido se pone 1-0 para los de casa a los nueve minutos de juego suele haber poco que contar. Si uno de los protagonistas es, el Cádiz de Manolo Cardo, el asunto empieza a complicarse, pues anoche el conjunto amarillo sólo intenté jugar a fútbol cuando ya no tenía ni tiempo ni ganas. Por eso llegó tarde, pese al poste de Mágico a los 48 minutos.
Antes, la presión era una modalidad del juego azulgrana, una manera de entorpecer el fútbol ofensivo del rival, una fórmula para recuperar el bálón. Ahora, la presión lo es casi todo. Fundamentalmente sirve para volver loco al rival que, atosigado, acaba lanzando el balón donde puede. La primera reflexión es que el contrario es malo, torpe, no sabe hacer las cosas. La segunda es pensar que los jugadores barcelonistas hacen tal derroche de fuerzas, están tan encima del contrario, que le impiden pensar.
Atontado el rival, a los barcelonistas todavía les queda fuerza para buscar el desmarque, el espacio vacío, donde todo el mundo intenta meter el balón. Pese a que las jugadas ensayadas siguen sin surtir efecto, las galopadas de Julio Alberto -a los 61 minutos me reció meter el gol más hermoso de la historia del Camp Noti cuando cruzó el campo de lado a lado y forzó un paradón de Bermell-, los testarazos de Lineker y los pa tadones de Hughes son suficientes para ganar.
Sin avenencia
La otra noticia del día en el Barcelona fue el acto de conciliación celebrado en el Instituto de Mediación y Arbitraje por la demanda interpuesta por Schuster contra el club solicitando la rescisión del contrato y el pago de'una indemnización. Schuster no conipareció, ya que había delegado poderes en sus abogados Gonzalo Ivars, Jacinto Soler Padró y Alberto Mesanza. No hubo conciliación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.