Ricardo Ferré

Sólo venció por un voto de diferencia con respecto a su principal contrincante, en unas elecciones precedidas de una campaña polémica. Sabe Ferré, por tanto, que esto le obliga a conciliar posturas, enfrentamientos y divisiones entre los representantes corporativos de los 120.000 médicos españoles. Él se encuentra más cómodo calificando de "preferencias personales" de los facultativos lo que otros interpretan como división, y está dispuesto a "ganarse a los médicos a base de prudencia, imaginación y entrega al trabajo".Esta misma actitud piensa mantener con respecto a la Administración sanitaria socialista. Es partidario de superar enfrentamientos pasados, y aquí discrepa con la forma en la que se relacionó con el Gobierno su antecesor, Ramiro Rivera. Admite Ferré los calificativos de "conciliador, abierto y prudente" que todos le adjudican, pero quiere dejar bien claro que no es tímido. Todo porque el día de su elección no pudo soportar el acto de recuento de los votos y, diciendo: "Me voy porque esto es de infarto", abandonó la sala. "De tímido no tengo nada; lo que sucede es que ese día estaba muy nervioso porque se habían sucedido determinadas presiones y recomendaciones a todos los niveles entre los médicos y ya no estaba tan seguro del apoyo que muchos médicos me habían prometido con anterioridad. Me entró la depresión como antes de los exámenes bien preparados".

Este ginecólogo, hijo de un funcionario del Ayuntamiento de Alicante, comenzó ganando 124 pesetas al mes como botones de la Caja de Ahorros del Sureste de España, a los 16 años. Compaginó su trabajo con los estudios de comercio, y más tarde pudo estudiar Medicina, con beca, en Valencia.

Casado y con tres hijas, Ricardo Ferré dice que tiene un talante liberal. Se califica de católico totalmente creyente, aunque no muy buen practicante. Dice que respeta la vida -en relación con una toma de posición frente a la despenalizacion del aborto en algunos supuestos- y que es también escrupulosamente respetuoso con las leyes que emanan del Congreso de los Diputados. "Tengo, no obstante, mi objeción de conciencia", añade.

Otra faceta personal suya es la de gestor. Ferré es conocido y hasta popular en Alicante porque ha hecho construir una, para algunos, "faraónica" sede del Colegio de Médicos, del que era presidente hasta ahora, que se utiliza como palacio de congresos para todo tipo de reuniones. También ha impulsado la regeneración del casino, al que ha convertido en un segundo Club Siglo XXI. "Lo hago porque me gusta crear cosas. Me he metido en follones financieros con la cuenta de la vieja, y además me salen bien".