Oleada de adhesiones a la dirección del PNV ante la asamblea nacional de hoy

La mayor parte de los cargos públicos del Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha expresado su acatamiento y apoyo a los órganos directivos como reacción a las reticencias expresadas en las dos últimas semanas por el sector crítico. La oleada de adhesiones a las tesis de Xabier Arzalluz, presidente del partido, culminó ayer, en vísperas de la asamblea nacional que hoy estudia monográficamente en Artea (Vizcaya) la crisis nacionalista. Los líderes de las dos corrientes internas, Arzalluz y Carlos Garaikoetxea, coincidirán en la asamblea, aunque el segundo sólo podrá hablar de cuestiones relacionadas con su actual cargo de diputado en el Parlamento de Vitoria.La reacción de acatamiento a los órganos directivos del partido, y en especial a la asamblea nacional, cuya representatividad ponen en duda los críticos por la depuración de la organización navarra y el sistema de representación mayoritario puro en Álava, comenzó precisamente en Guipúzcoa, provincia donde este sector es más fuerte y controla la Ejecutiva regional.

Veinticuatro alcaldes nacionalistas sobre un total de 48 y 95 concejales hicieron público el pasado lunes un duro comunicado en el que acusaban a la Ejecutiva regional de no haber propiciado el diálogo y llegaban a afirmar que las declaraciones públicas de Markel Izaguirre, presidente del Consejo Regional, "más bien parecen provenir de algún militante radical de otro partido".

Ayer medio millar de cargos públicos de Vizcaya y más de 250 de Alava difundieron sendos documentos de apoyo a la dirección del PNV. Los firmantes en Vizcaya están encabezados por José María Makua, presidente de la Diputación, y los ocho diputados forales. Lo han suscrito además 71 alcaldes -el 90% aproximadamente de los que el partido tiene en la provincia y 390 concejales. En Alava, Juan María Ollora, presidente de la Diputación, encabeza también las firmas de apoyo a las tesis del sector oficial, junto a la totalidad de los diputados forales, 38 de los 40 alcaldes del PNV en la provincia y 180 concejales, informa desde la capital de Álava J.M.Vitoria. Fuentes del sector encabezado por Arzalluz no han dejado de subrayar la presencia entre los alaveses de una diputada foral y un concejal del Ayuntamiento de Vitoria que hasta ahora se suponía alineados con la corriente crítica.

El silencio de Imanol Murúa

No se han pronunciado todavía en ningún sentido, aunque se supone que mantienen su apoyo a Carlos Garaikoetxea y al sector crítico, el diputado general de Guipúzcoa, Imanol Murua; los diputados forales de la misma provincia y el alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen.Tras la operación de refuerzo de las tesis oficiales por parte de la mayoría de los cargos públicos, el camino que pueda escoger la asamblea nacional para resolver la crisis sigue siendo una incógnita. Fuentes próximas a la dirección nacionalista estimaban ayer que es posible que se opte por ganar tiempo o bien que se decida zanjar el conflicto de inmediato. Es probable que la decisión no se adopte hasta el último momento y que se tenga en cuenta la actitud durante la asamblea de los apoderados de la provincia de Guipúzcoa.

La asamblea nacional ejerce en la organización del PNV, que reproduce la separación de poderes de un Estado, la facultad legislativa. El Consejo Nacional (EBB) del Partido Nacionalista Vasco representa el poder Ejecutivo y cesa en sus funciones mientras la asamblea está reunida. Las facultades sancionadoras son ejercidas por los tribunales internos.

Cada una de las organizaciones de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya cuenta con 15 apoderados con derecho a voto. También tienen un voto las cuatro juntas extraterritoriales de Madrid, Barcelona, País Vasco francés y Venezuela. Los cargos públicos del partido pueden acudir a la asamblea nacional, pero únicamente se les concede la palabra cuando se abordan cuestiones relacionadas con la responsabilidad política que ejercen.