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MUNDOBASKET 86

Antonio Díaz Miguel: "No se qué hacer para que mis jugadores estén frescos"

Luis Gómez

"No sé qué hacer para que estos hombres estén frescos" dice Díaz Miguel, el técnico español, 24 horas después de una derrota que puede hacer fracasar el principal objetivo de la selección española en el Mundial de baloncesto: ganar medalla. Díaz Miguel reconoce que hay jugadores, que no han podido rendir normalmente, se lamenta de las lesiones, defiende la necesidad de seguir a la cabeza de las tácticas defensivas, pero se queja de que sus jugadores están machacados, causa que aporta como principal y casi única explicación de los errores cometidos. "No les cojo frescos. El único que está fresco soy yo".

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La segunda fase

El técnico cree que Epi y Martín están empezando a tomar el manido de la selección, que son líderes, "lo que pasa es que no se significan" y ahora piensa si no tendrá que realizar menos cambios en los próximos encuentros como solución a la continua queja de sus jugadores de que no pueden alcanzar un ritmo de juego con pocos minutos en cancha.Díaz Miguel insiste en la importancia de la lesión de Epi -"si llega a jugar no pasa esto"-, pero no tiene soluciones para los nervios de Villacampa y Martín. Cree que De la Cruz empezará a jugar más, "no hay una razón especial por la que no haya actuado" y Arcega empezará a entrenar como alero en previsión de que Epi no se recupere.

Sabe que algunos de sus jugadores están nerviosos, pero no sabe a ciencia cierta por qué. Así, el caso de Villacampa lo explica con ciertas dosis de impotencia: "A Villacampa ni siquiera le digo nada porque no quiero responsabilizarle. Simplemente, le saco a jugar y le digo 'juega como sabes' porque estoy convencido de su futuro. Este chico tuvo momentos de exhibición en el Europeo del año pasado. Un compañero suyo me dijo que quizás se le ha responsabilizado mucho diciendo que iba a ser la estrella de este Mundial. No sé, no sé. Por otra parte, es muy sensible. En fin, algún día tendrá que estallar".

Otro jugador nervioso es Fernando Martín: "Está nervioso porque está haciendo un gran esfuerzo. Lleva un mes sin entrenar. Tiene un carácter dificil pero es un tío que se parte los huevos. Me dice que todas. las selecciones han reboteado mucho, como para disculparse, pero yo le digo que ninguna de ellas tiene un Fernando Martín. Con él, quizás, hay que tener un poco de mano izquierda. Ayer me dijo que necesita un minuto para calentar antes de salir. No sé, me ha dado la sensación de que él ha ido a otro ritmo que sus compañeros".

La ausencia de De la Cruz

El tercer caso personal es el de De la Cruz, un jugador que no ha saltado ni un minuto a la cancha en los dos últimos encuentros. Ha existido, la sensación de que Díaz Miguel, ante tanto cambio, se olvidó de él, lo que llega a reconocer el técnico: "Es posible. No hay una razón especial por la que no haya jugado. No he perdido la confianza en él como pasó, en un momento, en los Juegos Olímpicos. Y se lo he dicho. Quizá no le saqué porque Arcega había jugado bien de pivot en los entrenamientos. No sé. Creo que ahora va a jugar más".

Otra de las cuestiones latentes es la de los tres bases, que no parecen sentirse con la confianza plena del técnico, que siguen pensando que a Corbalán se le dejaba mandar en la cancha y a ellos no. "No dudo de ellos. Lo que pasa es que el base es el que trabaja más. Les dejo mandar exactamente igual que a Corbalán. Solozábal, por ejemplo, estaba jugando bien hasta llegar aquí. Si doy minutos a uno, los otros dos se pueden quejar". Ante la posibilidad de eludir ese problema llevando a dos bases y no a tres, contesta: "Y si se me lesiona uno, quién sube la pelota si el que queda se carga de personales".

El comportamiento del banquillo ha sido objeto de alguna crítica por su aspecto desmotivado ante situaciones difíciles, en consonancia con el de otros equipos, en los que entre quienes actúan y quienes descansan existe una continua comunicación, un intercambio de ánimos. "No me fijo en el banquillo. Me fijo en el partido. Pero lo que si sé es que los jugadores sufren y sufren mucho. Llega un momento en que se ve tal cúmulo de dificultades que el jugador sufre interiormente. Está sentado y le gustaría jugar., Es cierto que también busca una autodefensa consigo mismo, pero sinceramente yo creo que el equipo está muy unido. Lo malo es que se empieza a perder y ahí no se puede poner buena cara".

No falló la defensa

El seleccionador prepara, con dos días de descanso, la fase semifinal. Es consciente de que un sistema de competición diseñado para llevar fácilmente a la selección española hasta las semifinales se ha tornado más dificil que otro cualquiera. De alguna forma han caído en su propia trampa y ahora todo pasa por ganar a la selección soviética el proximo lunes o por esperar que Brasil tenga algún tropiezo inesperado.

Pero Díaz Miguel rechaza que, ante la obligación de ir a por medalla en el Mundial, hubiera tenido, que ser más conservador a la hora de elegir las tácticas adecuadas para hacer rendir a sus jugadores. "No lo creo. Siempre hay que ir por delante. Y la única forma de estar ahí ante los mastodontes que ponen la URSS, Italia o Yugoslavia es una defensa fuerte. Por sí acaso, tenía otra defensa, una de zona, preparada para una emergencia, pero, claro, la empleé el otro día ante Grecia y nos machacaron. Con doce jugadores creo que la puedo hacer. Pero el problema no ha sido la defensa sino el ataque. No nos podemos retrasar en lo que es el verdadero baloncesto moderno".

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