La alimentación ha sido el factor decisivo para contener la inflación

La contención de los precios de los productos alimenticios ha sido el factor más decisivo para el descenso de la inflación en los últimos meses. Los precios de los productos agrarios han experimentado subidas muy inferiores a la del resto de los componentes del índice de precios al consumo (IPC), lo cual ha permitido una evolución incluso más favorable que las previsiones del Gobierno. En los últimos 12 meses (mayo sobre mayo) la desaceleración de los precios alimenticios ha sido del 5,3%, frente al 0,6% de los no alimenticios.En los cinco primeros meses del año la subida acumulada del IPC es del 4,2%, resultado de un aumento del 3,6% en los precios alimenticios y de un 4,6% en el resto. El fenómeno de contención resalta aún más después del resultado de enero, en que la alimentación experimentó una subida del 3,9%. Ese rebrote inflacionista se debió en gran parte al efecto del IVA, pues estos estos productos estaban antes exentos de impuestos.

En los últimos 12 meses la alimentación ha experimentado una subida de precios del 7,3%, cifra que supone un espectacular frente al 12,6% en que había crecido entre mayo de 1984 y mayo de 1985. El descenso de 5,3 puntos ha sido decisivo para asegurar los objetivos del Gobierno (un 8% a fin de año), puesto que en el resto de los componentes de la cesta de la compra la reducción ha sido sólo de 0,6 puntos.

Para los posibles saltos de los prercios agrarios, resultado de adversidades climáticas o del tirón de la demanda que representa la avalancha del turismo al principio del verano, este año se cuenta además con un colchón adicional. En la adaptación del sistema de precios agrícolas de la CE a España ha primado el criterio político de moderación de la inflación. La revisión de los precios que se garantizan al agricultor, con un incremento medio del 5%, es muy inferior a lo que representaba la traducción directa de los niveles de precios comunitarios a España.