El fracaso de la conferencia de la OPEP abre expectativas de un nuevo descenso en los precios del petróleo
Varios delegados de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) expresaron ayer su temor de que los precios del crudo bajen aun más en el mercado mundial tras la decisión del cártel de aplazar por un mes su 78ª conferencia ordinaria de Brioni (Yugoslavia) sin haber logrado ningún acuerdo específico. El comunicado original, hecho público ayer, no incluye ninguna cifra de límite de producción, y algunos ministros, como Maná Al Oteiba, de los Emiratos Árabes Unidos, manifestaron que su país no reducirá sus ventas.
ENVIADO ESPECIAL, El cártel petrolero acumula así su tercer fracaso en menos de tres meses en su objetivo de frenar la caída en picado que experimentan los precios desde el pasado diciembre, está inmerso en un auténtico juego semántico para ocultar su incapacidad de estabilizar a su favor el mercado mundial.En los seis días que ha durado su conferencia de Brioni, los ministros llegaron en principio a un acuerdo mayoritario para limitar su producción global (que ha superado los 19 millones de barriles diarios en junio), pero el techo fijado de 17,6 millones de media hasta el final del año presentaba la incoherencia de ser superior al decidido el pasado abril (16,3 para el segundo trimestre y 16,7 para el tercero) y, por tanto, hubiera resultado insuficiente para impulsar los precios al alza.
Rechazo del techo
Cuatro países -Irán, Argelia, Irak y Gabón- se negaron a aceptar el nuevo techo y, a la hora de distribuirlo entre los 13 miembros que conforman el consorcio, todos sin excepción solicitaron un aumento de su producción respectiva. El resultado fue la decisión de aplazar la reunión, si bien el ministro de Energía de Indonesia, doctor Subroto, les presentó una propuesta, elaborada como media de las presentadas por cada delegación, para redistribuir el techo de 17,6 millones de barriles.En la sesión matutina de ayer, los ministros decidieron aceptar como válida la iniciativa de Subroto, pero solicitaron que la misma sea previamente aceptada por los Gobiernos respectivos. Delegados a la conferencia expresaron, sin embargo, su temor de que la propuesta del ministro indonesio no reciba el apoyo unánime de los jefes de Gobierno de cada país.
El presidente de la conferencia y ministro de Petróleo de Nigeria, Rilwanu Lukman, manifestó en la conferencia de prensa final que pese a la falta de concreción de cifras sobre producción y sobre objetivos en precios (se había hablado de la voluntad de alcanzar un precio de entre 17 y 19 dólares por barril a finales de año), los 13 ministros habían suscrito un pacto de caballeros para frenar sus producciones respectivas y, por lo menos, no alcanzar la cifra récord de producción establecida durante el mes de junio. Pero, poco después, el ministro de los Emiratos Árabes Unidos matizaba que su país no tiene ninguna intención de bajar su producción por debajo de la cuota de 1,5 millones de barriles diarios adscrita a su país. La misma intención había sido especificada por el ministro de Petróleo de Arabia Saudí, jeque Zaki Yamani, al comienzo de la conferencia.
La conferencia de Brioni, que se reanudará en Ginebra el día 28 de julio, ha tropezado con las mismas dificultades que lo hizo su predecesora, celebrada en la ciudad suiza en los meses de abril y mayo. Los enfrentamientos políticos entre Irak e Irán, así como las difíciles relaciones entre los países conservadores del golfo Pérsico y los más radicales de la OPEP, han vuelto a surgir hasta el punto de provocar el hastío de los miembros más neutrales, como Venezuela, Ecuador Y Nigeria.
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