El presidente de la Federación Portuguesa critica a su técnico
presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, Antero Silva Resende, acusé al seleccionador, José Torres, de inhibirse durante la llamada rebelión de Saltillo, desencadenada, por los jugadores días antes del comienzo del Mundial 86. La rebelión tuvo origen en una discrepancia entre la Federación y los 22 jugadores sobre las primas. Los seleccionados, como consecuencia del conflicto, rehusaron participar en un partido de preparación contra un equipo de Monterrey.Los jugadores se quejaron de la falta de diálogo y de la arrogancia de los dirigentes y amenazaron con no cumplir con el programa de preparación si no eran satisfechas sus condiciones, hecho que suscitó reacciones en Portugal, incluso del presidente de la República, Mario Soares, y de miembros del Gobierno.
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