Anulada la última jornada de la Liga yugoslava por amaño de varios partidos

La Federación Yugoslava de Fútbol anuló ayer los nueve encuentros de la Primera División jugados el pasado domingo por estimar que 12 de los 18 equipos habían pactado los resultados. La decisión es inapelable y los partidos tendrán que volverse a jugar el día 29. A los 12 equipos culpables se les retirarán seis puntos durante el próximo campeonato, el de 1986-1987. Entre ellos figuran los famosos Estrella Roja y Partizán de Belgrado.

Una comisión mixta de la federación y las autoridades estatales examinarán el grado de responsabilidad individual de quienes propiciaron los respectivos tongos. Su informe deberá estar ultimado para el 15 de septiembre.Los comunistas de los diversos equipos se reunirán a partir de hoy para revisar los fallos cometidos "contra las normas de la moral socialista y los principios que deben regir el deporte en Yugoslavia". Stane Dolanc, miembro del colectivo presidencial que sucede a Tito desde la muerte de éste, hace seis años, declaró días atrás que, "si esto sigue así, los yugoslavos van a acabar asqueados del fútbol".

Es un secreto a voces que la moneda yugoslava, sujeta a una devaluación permanente, no cuenta para nada en las transacciones negras de los clubes. Éstos disponen de fondos secretos en marcos o dólares para comprar jugadores al margen de la ley. Al igual que todas las empresas del país, el fuero de la autogestión dificulta la intervención de Hacienda.

Los 18 equipos de la Primera División marcaron el domingo pasado 44 goles cuando los normales suelen ser de 20 a 25. Por ejemplo, la suerte de los dos favoritos, el Estrella Roja y el Partizán, se jugaba por una diferencia de goles, al tener ambos equipos idéntico número (47) de puntos. Resultó evidente que, en cuanto el Estrella Roja marcaba un gol en Sarajevo, el Partizán metía otro en unos minutos en Belgrado, a 300 kilómetros de distancia. Alguien pegado a un aparato de radio daba la señal que automáticamente se transformaba en gol.

Uno de los grandes del campeonato, el Rijeka, empató asombrosamente (1-1) con el penúltimo de la clasificación, el Celik. Ambos equipos lograron lo que necesitaban; el primero, clasificarse para la Copa de la UEFA, y el segundo, no caer en la Segunda División.

Se dio el caso de que un jugador que necesitaba marcar tres goles para ser proclamado primer artillero del país los logró en sencilla ráfaga. Pero lo inaudito fue que la quiniela no produjo millonarios ante los resultados tan imprevistos que se produjeron en esta ocasión.