El Fondo de Garantía de Depósitos incrementó sus pérdidas en 1985

El Fondo de Garantía de Depósitos en establecimientos bancarios tenía, a finales del pasado año, un patrimonio negativo superior a los 90.000 millones de pesetas, según los datos correspondientes a la memoria de la entidad hechos públicos ayer. Las aportaciones de las entidades de crédito al fondo de garantía ascendieron a algo más de 16.000 millones de pesetas -el Banco de España aportó una cantidad igual-, mientras que las cargas financieras que soporta el FGD supusieron un desembolso de casi 36.000 millones de pesetas. El déficit patrimonial se incrementó, por tanto, en 3.557 millones de pesetas, diferencia entre los íngresos y los costes financieros que tuvo que soportar el FGD.La creación del FGD coincidió con la declaración de la existencia de una situación de crisis en numerosos bancos, lo que impidió que la institución acumulara recursos suficientes para poder desarrollar su labor de saneamiento sin tener que recurrir a los anticipos del Banco de España. Por ello, este año todavía los gastos, de financiación de los anticipos recibidos de la autoridad monetari.a fueron superiores a las cuotas ingresadas. No obstante, 1985 fue el primer año en el que los ingresos obtenidos por desinversiones fueron superiores a las nuevas aportaciones de ayudas a entidades en dificultades. El FGD generó una tesorería neta de casi 8.000 millones de pesetas.

La evolución del último ejercicio permite pensar, a juicio de los responsables del FGD, que "a partir de 1986 se puede reducir el endeudamiento con el Banco de España", que reducirá las cargas financieras del fondo y, por tanto, la absorción de las pérdidas, tanto las ya contabilizadas como las latentes, que se sitúan en 175.000 millones de pesetas. La cancelación de la deuda con el Banco de España y la amortización de las pérdidas durará todavía 11 años.

El FGD tuvo que suministrar directamente durante 1985 25.000 millones de pesetas al Banco Urquijo Unión para su segundo plan de saneamiento. Esta nueva aportación estuvo acompañada de una elevación de las cuotas a pagar por los bancos adscritos al sistema de garantía de depósitos en un 0,2 por mil, que ha representado unos ingresos adicionales superiores a los 5.300 millones de pesetas.