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El juez Barcala vuelve a denegar la libertad sin fianza de Ruiz-Mateos

El juez de delitos monetarios de la Audiencia Nacional, Alfonso Barcala, decidió ayer denegar la libertad provisional sin fianza de José María Ruiz-Mateos, en respuesta a la nueva petición de la defensa que le había sido formulada el pasado 6 de junio, después de que el propio juez Barcala decidiera el pasado 26 de mayo omitir el delito de estafa de cualquier auto, providencia o resolución judicial relacionada con el caso Ruiz-Mateos.

Los abogados del empresario decidieron entonces formular una nueva petición de libertad sin fianza, ya que al desaparecer el delito de estafa la acusación contra Ruiz-Mateos quedaba limitada a "dos delitos menores de falsedad", en palabras de la defensa del empresario, "por los que no hay ningún caso en la historia judicial española en que una persona permanezca en la cárcel con carácter preventivo".

En su resolución de ayer el juez Barcala ha impuesto al empresario jerezano una fianza de 300 millones de pesetas, la misma cantidad que fue fijada por el juez Lerga en el auto del 30 de febrero de 1986. A efectos operativos, la situación inmediata de Ruiz-Mateos no sufre alteración, ya que ahora la cuestión está pendiente del fallo del Tribunal Constitucional sobre el recurso de amparo presentado por los defensores del empresario, que fue admitido a trámite el pasado día 11 de junio.

Mientras tanto, José María Ruiz-Mateos sigue firme en su decisión de fugarse el próximo viernes para dirigirse a Jerez de la Frontera con la intención, de "visitar a mi anciana niadre". La fuga del empresario irá acompañada de una declaración de "extrerna gravedad", asunto que fue adelantado el pasado sábado por el propio empresario en el diario El Alcázar.

Las revelaciones

Parte de las revelaciones sensacionales que anuncia el empresario están referidas a la carta de 36 folios autobiográficos que Ruiz-Mateos dirigió a Álvaro del Portillo a través de su hijo Zoilo, que la llevó personalmente a Roma, dando cuenta al jefe del Opus Dei de las circunstancias de la expropiación y del comportamiento de algunos notables hombres de la Obra en España. El empresario refiere en dicha carta las ayudas supuestamente otorgadas por él al Opus: 1.000 millones a través de Luis Valls Taberner; 1.500 millones a través de Gregorio López Bravo y 2.000 millones entregados a Alejandro Cantero y Juan Francisco Montuenga, directores de la Obra. En una de las conversaciones privadas mantenidas entre Ruiz-Mateos y el juez Lerga, aquél le entregó una fotocopia de dicha carta con la intención de que el juez la incluyera en el sumario. Lerga, por el contrario, decidió días después devolverla a su autor después de haberla leído."A partir del viernes yo me voy", señaló ayer Ruiz-Mateos a la agencia Efe. "Ya se lo he dicho a la policía; si me cogen, que me metan en la cárcel, pero que no me tomen el pelo ni hagan esa pantomima conmigo".

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