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LA CAMPAÑA ELECTORAL

El duque de Suárez busca votos en autobús

El líder del CDS capitaliza su gestión como presidente

El tono populista de la campaña de Suarez ha ido subiendo a lo largo de los días, hasta repartir en Andalucía pegatinas con la leyenda: "Yo también tengo problemas con los bancos. Vota CDS". Arrancó hablando de "la madrastra" para referirse a la, banca, a la que fustiga por sus "más de 200.000 millones de beneficios en el último año", entre el entusiasmo de sus seguidores. El mismo que provoca su insistencia en desmantelar las bases norteamericanas . porque son un riesgo añadido y sin sentido cuando ya estamos en una relación multilateral de defensa, dentro de la OTAN", o cuando insiste en que los jóvenes españoles "vagabundean por los cuarteles 0 cumplen tareas impropias de la dignidad militar", después de los tres primeros meses de mil¡, que el CDS propone fijar justo en ese tiempo, para apuntar la idea de un ejército profesionalizado.En Cádiz, las gentes de su partido distribuyeron esta pegatina: "Suárez con tu voto va como una moto", pero el candidato parece encaramado a un vehículo más seguro que las dos ruedas. No prueba el alcohol, aunque sea un contumaz fumador de tabaco negro, probable origen de sus afonías en cuanto participa en tres mítines seguidos; en más de una ocasión pide una tortilla francesa mientras sus seguidores despachan menús copiosos de boda y banquete popular.

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Banca y 'mili', en pegatina

Siempre alerta

En privado explica que vive siempre alerta, sobre todo cuando a la salida de un mitin el cordón de seguridad -tres o cuatro personas como máximo- no puede evitar que las gentes lo arrollen. En esas situaciones, y mientras sonríe y reparte manos con gesto embaucador, el líder de moda asegura que tiene listo un golpe de kárate "por si algún loco quiere otra cosa que abrazarme".

Ha pasado de esconderse políticamente durante cuatro años -él niega con vehemencia esta acusación- a vanagloriarse de todo lo que hizo como presidente del Gobierno, -entra y sale de los aeropuertos, siempre por la sala de autoridades, de acuerdo con su rango- e incluso enarbola su título de duque como capital político electoral. "El preámbulo del decreto por el que se me concedió dice que fue por mi actuación, sin partidismos, por la lealtad y por la, inteligencia con que hice la transformación política en beneficio de todos los españoles".

La semana pasada recorrió en el flamante autobús de dos pisos -el único capital visible de CDS en la campaña, además de. unos miles de carteles- el cinturón industrial de Madrid -Leganés, Getafe, Parla...-. Allí congregó a varios centenares de curiosos que acabaron entusiasmándose con su mensaje y con el atractivo personal del candidato. "¡Qué bueno está.', ¡qué bueno está!, ¡mejor que en la tele!', gritaba un grupo de adolescentes en Leganés.

En Valencia, una madre ordenaba nerviosa a su hija quinceañera: "Bésalo, bésalo", y en cualquier parte las mujeres se le acercan con un punto de azoramiento muy poco político.

Un único mitin

Ha memorizado un único discurso en el que va introduciendo pequeñas variaciones, o alterando el orden de los mensajes según los auditorios. Los informadores que siguen su campaña dividen la opinión; para unos se trata de ausencia de ideas, para otros de un intento de difundir machaconamente idénticas propuestas.

Son propuestas que repite en una carta con la papeleta de voto que ha conseguido repartir en algunos distritos de Madrid, aunque se lamenta de no disponer de los casi 500 millones de pesetas que cuesta enviar una carta a cada elector como han hecho el PSOE y el PRD.

Cuenta con el asesoramiento de Alfredo Fraile, el hombre que lanzó a Julio Iglesias, y su jefe de prensa dice en tono misterioso que junto a Fraile hay un "equipó secreto" de 20 personas que "asombraría al personal si se supiese quiénes son, pero no quieren aparecer. Aunque..., si los resultados coinciden con los pronósticos, a lo mejor alguno se decide...".

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