Vandalismo en México tras la victoria sobre Bélgica

La celebración de la victoria de México sobre Bélgica degeneró, en la madrugada del miércoles, en una orgía de violencia, que concluyó con un resultado de más de 100 personas heridas, unos 80 detenidos, una joven violada en la vía pública y el monumento del ángel de la independencia profanado. La fiesta empezó inmediatamente después del pitido final que consagró la victoria de México sobre Bélgica. El periférico, una de las autopistas que atraviesa la capital, quedó inundado de gentes que gritaban y bailaban con banderas mexicanas. Se formó un monumental atasco de tráfico, que fue el principio de los actos vandálicos.

Los coches tardaron unas tres horas en llegar del Estadio Azteca al centro de la ciudad, en medio de la lluvia torrencial. Mientras tanto, en el metro, jóvenes enloquecidos accionaban los frenos de emergencia y provocaban que quedasen fuera de servicio varias líneas. Esto era sólo el comienzo, de una larga noche de fiesta, que degeneró en orgía de violencia.El punto catalizador, donde se concentraron miles de jóvenes, fue el monumento del Ángel de la Independencia, que está situado en el centro mismo del paseo de la Reforma de la capital mexicana. De todas las calles que desembocan en la glorieta llegaron miles de jóvenes. La mayoría de ellos iba bien provista de alcohol. El tipo de gente que se concentró en torno al monumento sufrió pronto una transformación: niños fresa de buenas familias fueron sustituidos por los chavos banda, pandillas de jóvenes procedentes de los barrios marginales de la capital mexicana.

Al principio fueron los gritos "vencimos a los belgas" y "a Paraguay le vamos a dar por ahi"; siguieron por "puto [homosexual] el que no baile". En sus noticiarios del mediodía y de la noche, el gurú de Televisa, Jacobo Zabludowski, había apelado a la cordura, pedido que la gente se quedase en casa y advertido que el monumento del Ángel contiene los restos de héroes de la independencia, y que arde allí la llama eterna de su recuerdo. De nada sirvieron estos llamamientos. Grupos de jóvenes escalaron la columna del monumento y se apoderaron del lugar. Desde arriba impedían el ascenso de otros jóvenes que trataban de escalar la columna y eran rechazados a patadas. Un grupo secuestró un autobús y se lanzó a una enloquecida carrera por las calles de la capital mexicana. El auto se estrelló contra dos coches y después continuó hasta chocar contra los muros de un campamento de damnificados del terremoto, que malviven en una especie de chozas provisionales desde el pasado septiembre. Varios jóvenes se cayeron en su intento de escalar el monumento al Ángel de la Independencia, y tuvieron que se llevados al hospital con fracturas y conmociones cerebrales. En el fango y los charcos se revolcaban y chapoteaban muchos de los jóvenes cada vez más enardecidos. No se advertía policía por la zona.

Circuito de coches

El periódico La Jornada escribió: "A eso de las once de la noche, cuando el ron, la cerveza, el cemento [una variente de drogas baratas] y la mota [marihuana] se habían convertido en un quebradero de vidrios y de cabezas, una masa compacta trató de subir a la base del monumento donde se depositan las ofrendas florales y arde el fuego eterno, sin calcular que los que ahí ya estaban iban a rechazarlos, como sucedió, con una lluvia de envases de tequila".

El periódico dio cuenta de 110 heridos, atendidos en los puestos de socorro hacia la medianoche del martes. También informa de que una joven fue violada en el mismo paseo de la Reforma. La chica no presentó denuncia por el hecho. La Plaza del Zócalo quedó convertida en un circuito, donde los coches competían en carreras a toda velocidad y se dedicaban a entrar en los charcos para salpicar a los peatones.

El periódico Unomasuno no daba cuenta ayer de los incidentes que se produjeron en la madrugada pero escribió que "desafortunadamente, durante los festejos del triunfo mexicano, personas sin escrúpulos mutilaron una de las estatuas del monumento a la Independencia". "La puerta que conduce a la cripta donde descansan los héroes de nuestra insurgencia se intentó violar, y, en el colmo de la irresponsabilidad, la llama eterna fue apagada", señalaba.

A las dos de la madrugada hora local (diez de la mañana del martes hora peninsular española), la policía recibió la orden de intervenir y poner fin a los actos de vandalismo en torno al Ángel de la Independéncia. Según el relato de La Jornada, "antes de iniciar el operativo, la policía hizo disparos al aire". Llegaron 30 patrullas de la policía y 20 coches celulares, que se ocuparon de las 3.000 personas que todavía festejaban. Escribe el periódico que "en su entusiasmo inicial, los uniformados golpearon a periodistas nacionales y extranjeros, detuvieron a quienes pasaban circulando a bordo de vehículos particulares, subieron hasta el cuello de la columna del Ángel donde se habían refugiado 12 o 15 festejantes y a punta de macanazos los metieron en la panel [coche celular] 6902, aun cuando ya no cabían".

En el noticiario de la tarde de ayer de Televisa, Zabludowski habló de bandas organizadas que se enfrentaron al amparo de la fiesta y advirtió que las autoridades quieren poner límites a los desmanes.