Butragueño y el tiburón
La selección trabaja en México entre sonrisas. Manuel Delgado Meco, praparador físico, controla los ejercicios con el cronómetro y no cesa de detener el juego para tomar las pulsaciones de los jugadores. El martes, en el vacío campo de Tlaxcala, se oyó una de las mayores carcajadas, una carcajada que define el ambiente que vive la selección. Delgado Meco inventó un juego para relajar a los seleccionados después de una larga tanda de ejercicios. El preparador lanzaba el balón contra un jugador al grito de "mar" o "aire" y éste debía devolverlo mientras pronunciaba el nombre de un animal de mar o de aire. Un error provocaba la burla simpática de los compañeros y el castigo de dar una vuelta al corro. Unos acertaron y otros erraron, hasta que le tocó el turno a Butragueño, Delgado Meco le lanzó el balón dos veces seguidas. En una, al grito de "mar", Butragueño respondió "tiburón". La, segunda, al grito de "aire", Butragueño, ni corto ni perezoso, gritó "yo". ¿Quién es él?, pues El Buitre, claro.
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