Duras críticas del Papa a la Iínea aperturista de la Acción Católica italiana
Juan Pablo II ha dirigido a los 1.000 congresistas de la Acción Católica italiana, reunidos en Roma para celebrar su asamblea nacional, un discurso muy duro, oponiéndose a la línea actual del laicado creyente de ese país, entroncada directamente con las enseñanzas del Concilio Vaticano II.En la reunión final, el cardenal Poletti anunció que el documento no podía ser votado, dado que tenía que ser sometido previamente al visto bueno de la jerarquía.
La desconfianza del papa Wojtyla hacia dicha asamblea quedó patente cuando envió como observador de los debates al vicario de Roma, el cardenal Ugo Poletti, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.
Asimismo, Juan Pablo II quiso recibir en audiencia a los congresistas el primer día de la asamblea nacional, y no al final, para que de ese modo su discurso, que fue duro y muy crítico, pudiese influir en el documento final. Sin embargo, los congresistas no se dejaron impresionar y sus conclusiones recogieron muy poco de la teología papal. Un hombre clave en este conflicto es Alberto Monticone, de 56 años, líder indiscutible de Acción Católica en estos últimos años.
Monticone, que abandonaba la presidencia de Acción Católica después de seis años de mandato, pronunció un discurso de clausura calificado por L'Osservatore Romano como "inconcebible, desconcertante e inadmisible"'.
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