Las elecciones legislativas serán en Euskadi un exámen sobre la división del PNV
Las elecciones legislativas servirán en el País Vasco para comprobar el efecto sobre el electorado del conflicto que desgarra al Partido Nacionalista Vasco (PNV) desde hace casi dos años. Son la primera oportunidad para que los votantes se pronuncien tras el relevo de Carlos Garaikoetxea al frente del Gobierno autónomo. Herri Batasuna (HB) deberá conseguir más de 20.000 firmas legalizadas para presentar sus candidatos en la comunidad autónoma vasca y Navarra.La primera consecuencia probable de la crisis en el Partido Nacionalista Vasco será la recomposición de las candidaturas en función del sector que domina la ejecutiva en cada provincia. De los cinco diputados salientes en Álava y Vizcaya, controladas por el sector oficial, tres son considerados críticos. Entre los senadores, sólo uno, Joseba Azkárraga, dedicado a gestionar la reinserción de antiguos activistas de ETA, pertenece a la corriente contestataria. La situación es inversa en Guipúzcoa, feudo del sector agrupado en torno a Garaikoetxea. Sobre tres diputados nacionalistas salientes, dos son oficialistas, aunque éstos cuentan con un solo senador por dos que apoyan a los críticos.
Tanto en una como en otra corriente existe el convencimiento de que el sector contrario intentara eliminar de las listas de elegibles, que deben ser confeccionadas por las ejecutivas provinciales y aprobadas por las asambleas respectivas, a los parlamentarios salientes de tendencia opuesta. Entre los que ya han anunciado que no repetirán el viaje a Madrid se encuentra el actual portavoz en el Congreso, Marcos Vizcaya, que fue elegido por la misma provincia que le da apellido.
De consumarse el reajuste, y si el PNV obtiene el mismo número de diputados y senadores que en 1982, los críticos sufrirían una nueva derrota, al pasar a ser sus diputados minoría en el grupo parlamentario, donde hasta ahora se producía un empate. La tercera fuerza electoral de la comunidad autónoma, Herri Batasuna, no ha conseguido todavía su legalización y se verá obligada a Concurrir, una vez más, como agrupación de electores. El sexto recurso contra la negativa del Ministerio del Interior a efectuar su incripción en el registro de partidos politicos no se examina en el Tribunal Supremo hasta el 26 de mayo. En virtud de la ley Electoral, HB, que obtuvo un diputado por Quipúzcoa y otro por Vizcaya, está obligada a conseguir más de 20.000 firmas (el 1% del censo) para poder, presentar candidaturas en la comunidad autónoma vasca y en Navarra. Para Euskadiko Ezkerra, el futuro está, una vez más, pendiente de un hilo. Un ligero ascenso de HB en Guipúzcoa sobre los votos conseguidos en 1982 podría privar a Bandrés de un escaño que resulta vital para este partido. Los 38.000 votos que recogió EE en Guipúzcoa hace cuatro años han sido los mejor aprovechados de la historia parlamentaria, gracias a una incesante actividad en la Cámara y al sorteo que convirtió a su único representante en el Congreso en eurodiputado. En Vizcaya, en cambio, EE tiene posibilidades de obtener un escaño. Hace cuatro años se quedó a menos de 7.000 votos, con Mario Onaindía como primer candidato.
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