Presunto suicidio de un matrimonio de ancianos en Maspalomas

Un matrimonio de ancianos se suicidó, según todos los indicios, el miércoles en Maspalomas, localidad perteneciente al municipio de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), tras ingerir dos frascos del veneno que habitualmente se emplea para matar a los insectos que dañan las plataneras. Los fallecidos son Francisco Morales Perdomo y María Dolores Morales Socas, ambos de 76 años. Los cuerpos sin vida del matrimonio fueron descubiertos por un hijo suyo, Jacinto Morales Morales, tirados en la cama y sin señales aparentes de violencia. En la mesilla de al lado de la cama se hallaron dos tazas de café y dos botes de veneno vacíos.

La pareja vivía desde hacía 30 años en el mismo lugar. Ambos se encontraban enfermos y vivían solos, ya que sus hijos están casados.

Los vecinos creen que los dos ancianos ingirieron el veneno conscientemente debido a las enfermedades que soportaban mal que bien y a la vida rutinaria y cansina que desarrollaban.

El anciano estaba jubilado y cobraba como pensionista muy poco dinero, con el que ambos apenas vivían en su pequeña casa de campo.

Por otra parte dos jóvenes leoneses se quitaron presuntamente la vida en la tarde del pasado martes, -informa Marifé Moreno- en las localidades de Villadangos del Páramo y Magaz de Arriba, respectivamente.

María Rosa Gutiérrez, de 21 años, fue hallada ahorcada con una cuerda en los servicios de la planta embotelladora de gas butano de Villadangos, donde trabajaba de limpiadora. Su novio murió en parecidas circunstancias el mes pasado.

El cuerpo de Manuel Álvarez Valcarce, de 36 años de edad, fue hallado por su madre, Natalia Valcarce, en un pajar, pendiendo de una soga anudada a una viga. Manuel Álvarez, que había trabajado de albañil en Barcelona, se encontraba en paro. Según varios vecinos de Magaz de Arriba, el joven era "poco hablador, pero muy formal y tranquilo" por lo que nadie se explica los motivos de la fatal decisión.