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El duelo entre Sabonis y Petrovic centra el interés en la final de la Copa de Europa

Budapest acogerá hoy (seis de la tarde, TVE-1) la 19ª final de la Copa de Europa de baloncesto, en la que se enfrentarán el Cibona de Zagreb, yugoslavo, y el Zalgiris Kaunas, soviético. El escenario no puede ser más idóneo para una competición que ha sido dominada por los países del Este. Las tres aficiones -húngaros, croatas y lituanos- son la alegría de la Europa oriental. Será un excelente entorno para el gran espectáculo del duelo Petrovic-Sabonis.

El equipo de Kaunas afronta su segunda final continental consecutiva, tras ser derrotado el año pasado por el Barcelona en la de la Recopa, y la primera en la Copa de Europa. Sus jugadores, que compiten bajo el nombre de una célebre batalla librada hace siglos por el pueblo lituano, son tan aguerridos como sus antepasados. El entrenador, Vladas Garastas, afirma que van a representar a toda Europa porque todo el continente odia, como ellos, a Drazen Petrovic. Sabonis va más allá y se reafirma en las declaraciones realizadas en Madrid, cuando dijo que Petrovic es "un hijo de puta". En tales circunstancias, el enfrentamiento promete ser caliente.El aficionado español, que no puede ignorar en la mayoría de los casos la irritabilidad que produce el juego de Petrovic, podrá en esta ocasión disfrutar de las habilidades del yugoslavo sin necesidad de lanzarle exabruptos. Petrovic se presenta en esta final con 402 puntos en los 10 encuentros de la liguilla semifinal de la Copa de Europa.

Garastas no niega la preocupación que le supone frenar a Petrovic. En esta competición sólo el francés Beugnot, en el encuentro del Limoges en Zagreb, lo controló unos minutos, pero Petrovic, aprovechando un despiste de los árbitros, golpeó a Beugnot, que respondió a la agresión y fue expulsado. El Cibona -grupo de empresas de la alimentación que patrocina al club- es un equipo bravucón, como su líder.

En sus enfrentamientos en la liguilla semifinal de la Copa de Europa los dos finalistas ganaron en su pista. En Kaunas, 9491 para el Zalgiris, y en Zagreb, 99-90 para el Cibona. El conjunto yugoslavo defenderá su actual título de campeón de Europa, logrado en Atenas el pasado año al ganar 87-78 al Real Madrid. Además, ya tiene en su palmarés otros títulos continentales, como la Recopa de 1982, ganada por 96-95 también al Madrid, y la Copa Korac de 1972.

Junto a Petrovic (20 años; 1,97 metros) quizá pasen inadvertidos, pese a su calidad, Cutura (23; 2,02), Nakic (31; 2,03), Usic (27; 2,01) y Kvejeticanin (22; 1,99). Lo mismo sucederá en tomo a Sabonis (21; 2,18), ya que casi nadie repara en que el pívot lituano está arropado por media selección soviética: Kurtinaitis (26; 1,97), Iovaisha (32; 1,95) y Homichus (27; 1,90), más Chivilis (27; 2,05) y Brazys (24; 1,90).

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