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La selección española sub 21, en semifinales del torneo europeo

Apenas si llevaba Pardeza medio minuto en el campo cuando en la primera jugada en la que intervino cayó derribado espectacularmente dentro del área y C-1 coIegiado no dudó en señalar la falta máxima. Veinte minutos después, de nuevo el rubio zaragocista hacía notar su presencia propiciando el tercer tanto español. Ambos goles, suinados al conseguido en la primera mitad, dejaban claras las diferencias entre unos y otros. España, actual subcampeona de Europa de la categoría sub21, está ya en las semifinales del torneo, cuyo campeón es el equipo de Inglaterra.El partido resultó entretenido porque ambos conjuntos adoptaron escasas precauciones defensivas, tratando de jugar el balón y acercándose a las áreas contrarias con numerosos efectivos. De ahí que las ocasiones de gol no faltasen. Empezó dominando España, para ceder minutos antes de que Beguiristáin realizase una incursión primorosa por su banda y dejase un balón de oro a Víctor, que el santanderino empujó a la red ante la incertidumbre del personal, temeroso de que la suavidad del remate propiciase el cruce in extremis de algún defensor francés. No fue así y las palmas echaron humo.

A partir de entonces el equipo de Luis Suárez retomó el mando y deleitó a la concurrencia con varias jugadas de ataque plenas de garra y rapidez que desarbolaron a la cobertura forastera, impotente para tapar las vías de agua abiertas. Pudo llegar la goleada porque el mismo Víctor estuvo a punto de acertar de nuevo en un par de remates. Mientras tanto, los franceses dispusieron de un par de balones claros, uno de ellos atajado por Ablanedo cuando Paille había enfilado su meta.

En la reanudación, los visitantes empezaron con fuerza, pero pronto volvieron a las andadas, es decir, a fallar las ocasiones que se les presentaban. En el equipo español, Larrañaga acompañó a Andrinúa en el centro de la defensa al ser sustituido Sanchis por Martín Vázquez, y pasó éste al centro del campo, donde Eusebio y Bustingorri seguían batallando y creando juego incansablemente, sobre todo éste último, auténtico motor en la segunda mitad.

En la delantera, Eloy continuaba bullicioso y escurridizo, recibiendo la ayuda de otro jugador de similares características como es Pardeza. Ambos se encargaron de sembrar la confusión en la retaguardia francesa, que recurrió en varias ocasiones a la dureza para frenarles.

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