Joventut, 98; Estudiantes, 95

El partido más rápido, hasta el momento, de la temporada se jugó anoche en Badalona. En el primer minuto de juego ya se habían realizado ocho ataques, cuatro por bando. Tal entusiasmo por sentenciar desde el principio llevó implícito un buen número de errores. Por ello, al final de ese primer minuto el marcador sólo selñalaba 0-1. En esa tónica se movió el encuentro, jugado como si fuese baloncesto norteamericano.

A la mínima oportunidad, se lanzaba al aro contrario. Prueba de ello son los 145 intentos que realizaron ambos conjuntos. En un partido tan frenético no podían faltar los tapones y hubo hasta 13, repartidos desigualmente: 10 de ellos para el Ron Negrita, con cuatro para Stewart, y otros tantos para Housey. Este último evidenció ser el auténtico reboteador del Joventut.

El Estudiantes sólo necesitó dos minutos del segundo período para empatar el marcador a 52. Al descanso se había llegado con 504,6 para el Ron Negrita después de que los verdinegros dispusieran de 10 puntos de ventaja en el primer tiempo (2 1 -11). La crisis que supuso para el Joventut verse igualado la superaron rápidamente los pupilos de Miquel Nolis, imprimiendo más velocidad a sus contraataques y aprovechando la sustitución del agotado Vicente Gil.

Faltaban poco más de cinco minutos y el partido parecía sentenciado: 92-75. Nadie sospechaba que el Estudiantes iba a lograr un parcial de 4-20, que le colocó 96-95 a falta de 17 segundos para la conclusión. Sólo, a falta de dos segundos, la decisión de Villacampa dio el triunfo al Joventut.

Ron Negrita Joventut: Jofresa, 9 (4 de 4); Margall, 26 (12 de 16); Villacampa, 25 (12 de 22); Stewart, 11 (5 de 9); Housey, 15 (7 de 12); Montero, 6 (3 de 4), y Jiménez, 6 (3 de 6).

Estudiantes: Gil, 5 (1 de 4); Montes, 12 (5 de 13); Russell, 38 (16 de 25); Pinone, 26 (11 de 20), Rodríguez, 8 (4 de 7); Lafuente, 2 (0 de l), y Perotas, 4 (2 de 2).