El objetivo del equipo español se centra en conseguir la cifra récord de siete medallas
La consecución de siete medallas está en la mente del equipo español que desde hoy compite en los Campeonatos de Europa de atletismo en pista cubierta. Para aspirar a esta cifra, que sería un récord, ayuda el hecho de que la selección nacional es la más completa de toda su historia y el detalle de que la competición es en el Palacio de Deportes de Madrid, cuya pista, por las dificultades que ofrecen las curvas, favorece a quienes mejor la conocen, en este caso los españoles.
España presenta por primera vez un atleta, como mínimo, en cada prueba de los Europeos. Sin embargo, no es en la masificación en la que juega sus bazas para superar las cinco medallas que ha logrado, como máximo, en unos campeonatos. El atletismo español va a basar sus posibilidades en los 13 atletas, de los 37 seleccionados, con categoría para llegar a las finales.En la mente del equipo está que la responsabilidad del éxito o del fracaso recae sobre Javier Arques (60 metros), José Alonso y Angel Heras (400), Colomán Trabado (800), José Luis González y José Luis Carreira (1.500), José Manuel Abascal y Abel Antón (3.000), Javier Moracho y Carlos Sala (60 vallas), Antonio Corgos (longitud) y Alberto Ruiz (pértiga). Todos ellos ya están curtidos con buenos resultados en la competición internacional.
El conjunto se encuentra motivado porque los campeonatos se desarrollan en España y porque los atletas reconocen que ésta vez sí que juegan en casa. En el desenlace que tengan las pruebas de 200, 400, 800, 1.500 y 3.000 metros influirá, en algunos casos de manera decisiva, el conocimiento de las curvas del Palacio de los Deportes. Son tan cerradas que en las pruebas de velocidad la ventaja será para los atletas que mejor derrapen y en las de medio fondo para los de mejor colocación.
La calle 'maldita'
En 200 y 400 metros, la calle 1, la interior, será la maldita porque tiene la curva más cerrada. La mejor, la 4, la exterior, porque permite salir lanzado de la curva al tomar el peralte cuesta abajo. En cualquier caso, el trazado favorece a los atletas de zancada circular, es decir, no muy abierta característica de los de baja estatura, porque, si se impulsa mucho, la inercia impide tomar la curva sin salirse de la calle.En 800, 1.500 y 3.000 metros el riesgo será quedar encerrado en la curva cuando se produzca un ataque. Habrá empujones y codazos para intentar salir del pelotón. Lo aconsejable será correr por la parte exterior, siempre atento a los cambios de ritmo.
En cualquier caso, hay un elevado riesgo de lesión o descalificación. Las articulaciones quedarán machacadas por el elevado peralte y el esfuerzo de tener que competir ya desde las eliminatorias al máximo rendimiento, ya que en la carrera siguiente la calle 1 la ocupará el atleta con peor tiempo de los que hayan pasado las eliminatorias. La descalificación vendrá por salirse de la calle, algo muy fácil en las curvas si no se ha entrenado la forma de entrar en ellas a la máxima velocidad o por los empujones que se produzcan al entrar en calle libre.
Los campeonatos se inician hoy con las finales masculinas de peso (10.00 horas), altura (16.00), longitud (17.25) y 60 metros lisos (19.45) y las femeninas de longitud (10.30) y 60 metros vallas (19.35).
El italiano Primo Nebiolo, presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), cuyo congreso se celebró en Madrid previamente a los campeonatos, confirmó ayer la concesión a Barcelona de la Copa del Mundo de 1989. Nebiolo dijo: "El proyecto presentado por Barcelona es fenomenal y servirá para inaugurar el estadio olímpico de Montjuïc. Tendrá nueve calles y el equipo español, como país organizador, competirá contra los de América, Europa, África, Asia, Oceanía, Estados Unidos y los dos primeros clasificados de la Copa de Europa".
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