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Crítica:EL CINE EN LA PEQUEÑA PANTALLA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'Parsifal', el arte de la desmesura

No era fácil, ni lo es ahora, pero muchos lo han conseguido: hacer cine personal. O sea, hacer el cine que a uno le viene en gana, como cuando pintas un cuadro y no tienes que dar a nadie explicaciones de por qué los valles, tus valles, son azules y no verdes.El cine español cuenta con un caso reciente, Los motivos de Berta, de arte radicalmente personal y a la vez espléndido. Pero han existido muchos cineastas antes de Guerín que han dado obras importantes en ese terreno de la contracorriente y que han permanecido siempre en la oscuridad. El Serrano de Osma de Embrujo, el Llobet Gràcia de Vida en sombras, los Delgado-Alaria de Diferente son ejemplos intachables de ese hacer a espaldas de lo normal.

La película de esta noche, Parsifal, también es un buen ejemplo de lo que es alejarse de lo de siempre para internarse en la esencia de las obras absolutamente personales.

Realizada en 1951 por Daniel Mangrané -con Serrano de Osma de codirector-, esta adaptación de la ópera de Wagner en el contexto del cine de su momento, aunque no tuviera consecuencias, supuso una ruptura con las plácidas aguas por donde se navegaba. Un proyecto desmesurado por todas partes: las rocas de Montserrat como decorado, la actriz Ludmilla Tcherina -célebre aquellos días por haber intervenido en un par de musicales de Michael Powell- interpretando dos papeles, Gustavo Rojo como ario galán y la aparición de Carmen de Lirio encarnando la Soberbia son algunos de los despropósitos mayores entre los propósitos de Mangrané y De Osma.

El resultado de una bomba preparada con tan desgarradores elementos no pudo ser sino lo que ya prometía: explosivo. Y condenado para siempre a ser una joya kitsch, sublime y delirante, más allá de cualquier clasificación, incluso del bien y del mal. Como el propio Wagner, vamos.

La película está ambíentada en la España del siglo V y desarrolla la leyenda de la Montaña Sagrada, enclave inaccesible que custodian los caballeros del Santo Grial.

La proyección de esta película, aparte el interés por rareza tal, servirá de homenaje a su insólito realizador, Mangrané, que también fue el guionista, junto a Torreblanca, desaparecido las últimas Navidades.

La noche del cine español, que esta noche programa Parsifal, se emite a las 20.35 TVE-1.

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