García Pelayo dejara en febrero la presidencia del Tribunal Constitucional

Manuel García Pelayo, presidente del Tribunal Constitucional. desde su constitución en julio de 1980, anunció el pasado 10 de noviembre al pleno del alto organismo que renunciaría al cargo y a su condición de magistrado hacia el 15 de febrero próximo, según confirmó ayer él mismo. La necesidad legal de remover cinco magistrados en el mes de febrero -cuatro por renovación ordinaria y uno por dimisión de Manuel Díez de Velasco- explica esta decisión, a fin de que el tribunal renovado "pueda elegir un presidente de su confianza".

García Pelayo añadió que su mandato expira improrrogablemente el próximo 4 de julio, ya que al haber sido elegido dos veces para el cargo no puede continuar por establecerlo así la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. "Si mi marcha definitiva hubiera de producirse dentro de más tiempo", declaró, "me hubiera planteado la posibilidad de seguir, pero teniendo delante poco más de cuatro meses no me ha parecido lógico crear una situación de interinidadEn febrero próximo cesarán, de acuerdo con las exigencias de la ley que rige al Tribunal Constitucional, los dos magistrados designados en su día por el Gobierno de UCD -Jerónimo Arozamena, vicepresidente del tribunal, y Rafael Gómez Ferrer-, junto con los dos elegidos por el Consejo General del Poder Judicial, Ángel Escudero del Corral y Francisco Pera Verdaguer.

El pasado 18 de octubre anunció su dimisión, también para este próximo mes de febrero, el magistrado Manuel Diez de Velasco, elegido por el Congreso de los Diputados. El cambio de cinco magistrados, de los doce que integran el tribunal, es considerado por García Pelayo como motivo suficiente para su marcha y negó que ésta obedeciera a ningún tipo de presiones o al deseo de evitar pronunciarse sobre temas conflictivos pendientes de decisión, como los recursos sobre la ley de expropiación de Rumasa o la elección por las Cámaras de la totalidad de los miembros del Consejo del Poder Judicial.

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