Asesinado en Pamplona el general de la Guardia Civil Juan Atarés
El general de brigada de la Guardia Civil Juan Atarés Peña de 67 años, casado y padre de cuatro hijos, en la reserva activa desde 1979, fue asesinado hacia las 12.15 de ayer en Pamplona por dos personas, un hombre y una mujer, que le dispararon por la espalda. Dos de las balas le alcanzaron en la nuca, y una tercera, en la espalda. Atarés resultó un objetivo fácil para los terrroristas. Habitualmente paseaba sin escolta por un parque cercano a su casa, y en él fue asesinado. La policía encontró en el lugar de los hechos tres casquillos de bala de 9 milímetros Parabellum, de fabricación checa. Esta munición es la que habitualmente emplea ETA Militar. La policía de Pamplona cree que el atentado es obra del comando Nafarroa (Navarra) de esa organización terrorista.
El general Atarés -en situación de reserva activa desde 1978, año en que protagonizó un incidente verbal con el entonces ministro de Defensa, teniente general Gutiérrez Mellado, a raíz del cual fue juzgado en un consejo de guerra, del que saldría absuelto- fue asesinado cuando paseaba en solitario por la Vuelta del Castillo -uno de los parques más importantes de Pamplona-, a unos 50 metros escasos de su domicilio. Juan Atarés Peña, que había rechazado en varias ocasiones la posibilidad de llevar escolta, acostumbraba a pasear por la zona en la que se perpetró el atentado, que ocurrió hacia las 12.15 de ayer.A esa hora, de un vehículo Renault 5, robado, con matrícula falsa y que circulaba en dirección a la plaza de los Fueros, descendieron un hombre y una mujer muy jóvenes, según testigos presenciales, quienes dirían además que ella apenas superaba los 20 años. Cruzaron la carretera y entraron en el parque. Se dirigieron por el mismo camino en que paseaba el general Atarés. Sin mediar palabra, y por la espalda, los dos individuos le dispararon tres tiros, dos de los cuales le alcanzaron de lleno en la nuca, ocasionándole la muerte prácticamente en el acto. El tercero de los disparos le alcanzó en la espalda.
Los dos jóvenes, que vestían gabardinas largas, se acercaron al lugar exacto en que se desplomó el general, con el fin de comprobar si había muerto. Posteriormente abandonaron corriendo la zona. Una tercera persona les esperaba en un coche con el motor en marcha. El turismo sería localizado dos horas después a un kilómetro de distancia del lugar en que se cometió el atentado.
Primeras atenciones
Una mujer, médica de profesión, fue una de las primeras personas en llegar al lugar de los hechos, aunque nada pudo hacer, ya que Juan Atarés falleció prácticamente en el acto. A escasos minutos de producirse el atentado llegaron al lugar del suceso la esposa del general, María Luisa Ayuso, y varios de los hijos del matrimonio. La esposa.mantuvo en todo momento una gran entereza, se arrodilló delante del cuerpo de su marido y se abrazó a él. Mientras, varios familiares protagonizaban escenas de dolor. Una de las hijas sólo acertaba a decir, entre sollozos: "Papi, papi, qué bueno era", a todos los que acudían a consolarla.Posteriormente acudieron el delegado del Gobierno en Navarra, Luis Roldán, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona, y un sacerdote, quien le administró los santos óleos. Sobre la una de la tarde, el juez ordenaba el levantamiento del cadáver, que había sido cubierto con una manta por miembros de la Cruz Roja y de la organización de asistencia DYA (Detente y Ayuda).
El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense del hospital de Navarra, desde donde sería llevado posteriormente a la Comandancia de la Guardia Civil. Allí fue instalada la capilla ardiente por deseo expreso de la viuda, quien se negó a que se instalase en la sede del Gobierno Civil.
El funeral se celebrará a las 11.30 horas de hoy en la mencionada comandancia y está previsto que asista, al menos, el director general de la Guardia Civil, general José Sáenz de Santa María.
Flores con la bandera
En el lugar en que se cometió el atentado, varias personas colocaron ramos de flores rojas y cintas con la bandera española. Estas personas, al igual que sucedió en un primer momento con la esposa e hijos del general Atarés, rezaron, arrodillados, un padrenuestro.Desde que se conoció la realización del atentado, la policía estableció un fuerte dispositivo en torno a Pamplona con el fin de impedir que los autores del asesinato pudieran escapar.
Dos horas después, la policía localizaba en la calle de Alfonso el Batallador el vehículo utilizado para cometer el atentado.
Artificieros del equipo de desactivación de explosivos de la Policía Nacional situaron una pequeña carga en el coche con el fin de comprobar que no había sido colocada ninguna trampa-bomba como ha sucedido en anteriores ocasiones. En el interior del vehículo, la policía no encontró ninguna pista de los autores del asesinato. María Luisa Ayuso, esposa del general Atarés, manifestó a este periódico que lamentaba la situación por la que atraviesa España en estos momentos. María Luisa Ayuso insistió a lo largo de la conversación en que perdonaba "de todo corazón" a los autores del asesinato de su marido, a quien calificó de hombre estupendo, honrado, que había hecho de la dignidad, el amor a Dios y a España un culto.
La viuda del general Atarés lamentó también la tensión que, en su opinión, se está viviendo actualmente en España, y al serle requerida su opinión sobre las medidas de reinserción a miembros de ETA, señaló que no está de acuerdo con ellas. "Perdonamos", dijo, a todos, pero no podemos admitir que personas implicadas en delitos sangrientos salgan tranquilamente a la calle, mientras que otras, pobres que roban un racimo de uvas para poder comer, tengan que pagar la totalidad de la condena en la cárcel".
El 'caso Zabalza'
Numerosos partidos, a excepción de Herri Batasuna, e instituciones y centrales sindicales han difundido comunicados de condena de este atentado. Entre estas notas figuran las del presidente del Parlamento de Navarra, Balbino Bados, y la del alcalde de Pamplona, Julián Balduz.Balbino Bados ha expresado su condena diciendo: "Hace escasos días, y con ocasión de la trágica muerte del joven Zabalza y sus repercusiones sociales, esta presidencia mandaba una nota de deseo profundo para todos los navarros, que consistía en la búsqueda constante y afanosa de la paz y en la aspiración más personal de encontrar el diálogo, el entendimiento y la convivencia. Todo ello se ha roto trágicamente con el asesinato de un anciano general retirado de la Guardia Civil".
A diferencia de otras opiniones, el delegado del Gobierno en Navarra, Luis Roldán, manifestó su impresión de que el asesinato de Atarés no está relacionado con el caso Zabalza: "Éste es un asesinato tan repugnante como todos los cometidos por la banda terrorista de ETA. Hay que entenderlo en el contexto de las acciones de ETA, organización que mata siempre que puede".
"Este asesinato", concluye, producido por la violencia más inconcebible, lo condenamos por estar en contra de las más elementales normas de convivencia".
El alcalde de Pamplona, Julián Balduz, por su parte, señala: "Sin que se acallen las voces de Pamplona en contra de la violencia y la muerte, surge de nuevo el asesinato en nuestras calles".
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