El Barcelona aprovechó los errores del entrenador yugoslavo Slavnic

Cuando la directiva de la Jugoplastika le pidió a Zoran Slavnic que fuera su entrenador después de haberse disputado ya cuatro jornadas de Liga, sabían que se exponían a lo mejor y a lo peor; su equipo no iba a tener punto intermedio. Como ya demostró en el baloncesto español con el Joventut, Slavnic es un genio, y como tal está por encima de los resultados. Ayer le entregó el partido al Barcelona en el momento en que la situación parecía más complicada para el equipo que entrena Aíto García Reneses.Slavnic realizó 16 cambios en 40 minutos. Estuvo abroncando incesantemente a sus jugadores, a los que sustituía al mínimo error. Sus continuos requerimientos para que se esforzaran en defensa les llevaron a cometer 26 faltas personales, y a rayar en muchos instantes en la violencia. Su actuación la remató al insultar repetidamente al árbitro auxiliar, Kamen Toscev, hasta que éste le señaló una falta técnica. El marcador estaba 72-68.

Epi sumó los dos tiros libres siguientes, el juego se reanudó con balón del Barcelona y Smith anotó una canasta y el tiro libre adicional. Fue la escapada definitiva del equipo español en el marcador. Slavnic obcecado en su lucha dialéctica con los colegiados, la mesa, y sus jugadores, no pudo apreciar la presión en la zona que, en tres minutos, le dio al Barcelona un parcial de 0-16, y transformó el resultado de un 72-63 a un ventajoso 72-79.

El partido fue difícil como se puede esperar de cualquier enfrentamiento con un equipo yugoslavo, por mucho que la Jugoplastika ocupe una posición en la parte baja de la tabla. Los jugadores croatas son altos, con buen tiro, y un excelente salto, como corresponde al prototipo de jugador balcánico. La ventaja inicial del Barcelona, 4-12 a los tres minutos, fue un espejismo que se diluyó rápidamente.

El ritmo de la primera parte vació a los locales. Su figura, Perasovic, tuvo que esforzarse en demasía para superar el marcaje inicial de Smith. A pesar de los muchos cambios introducidos por Slavnic en el segundo período, dio la sensación de que Aíto había coordinado mejor los relevos de sus hombres, tanto en la fatiga como en el reparto de personales. Aíto afirmaba al final: "Este partido con sólo cinco jugadores no lo ganamos; la importancia del banquillo ha sido decisiva".

La dureza impidió acciones espectaculares y se fallaron muchos ataques por la precaución de frenar el golpe del contrario. Aíto tuvo los remedios oportunos para cada reacción del conjunto yugoslavo.

En el primer tiempo, cuando el marcador estaba 42-33, cambió la defensa individual por zona 2-3 y se llegó al descanso 46-42. En la segunda parte, cuando la ventaja local volvió a ser de nueve puntos (72-63), aplicó la mencionada presión zonal.

Casi en semifinales

El segundo tiempo vio como la Jugoplastika tardaba dos minutos en anotar su primera canasta, y como el Barcelona acababa el partido con cinco jugadores con cuatro faltas personales. Fueron simples anécdotas de un partido ganado con inteligencia y que acerca al actual campeón de la Recopa hacia las semifinales, aunque la prudencia de Aíto sólo le permite comentar: "No sé si seremos primeros de grupo, está por ver el partido de vuelta con el Scavolini. Creo que si no perdemos en casa ningún partido seremos semifinalistas de la Recopa".