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TORNEOS EUROPEOS DE FÚTBOL

Cuatro equipos españoles permanecen en liza en las competiciones europeas de fútbol: el Barcelona, en la Copa de Europa, gracias al gol del escocés Archibald cuando el Oporto se las prometía más felices; el Atlético de Madrid, en la Recopa, tras entrenarse con el Bangor, y el Real Madrid y el Athlétic de Bilbao, en la Copa de la UEFA, luego de la buena defensiva del primero ante el Chernomorets y la constante ofensiva del segundo frente al Lieja. Osasuna, el quinto de los que se jugaban ayer su continuidad el Spórting fue eliminado en la primera ronda-, no pudo saltar el listón del Waregem después de su proeza de enjugar en los primeros 10 minutos sus dos goles de desventaja.

Un mal entrenamiento en familia del Atlético

"Esto no da más de sí", dijo Tomás, el defensa del Atlético de Madrid al ser sustituido anoche. El mal entrenamiento con el Bangor, galés, porque ni a preparación llegó, fue uno de los espectáculos más horrorosamente malos que se han visto en Madrid en los últimos años. Los mediocres e ingenuos aficionados británicos acabaron contagiando a los curtidos profesionales, que, si jugaron un primer tiempo malo, fallando hasta un penalti y teniendo que marcar a balón parado, se perdieron absolutamente en el segundo. El Atlético nunca supo abrir huecos ante un contrario que luchó y marcó enci ma, pero con limpieza e inocencia¿Llegarían a 10.000 los espectadores en las gradas? El gerente del club rojiblanco, José Julio Carras cosa, habló de 14.000. La recauda ción, señaló, fue de 6.500.000 pese tas. Si sólo abrir el campo le costó al Atlético dos millones y cada jugador ganó una prima superior a las 200.000 pesetas por solventar favorablemente la eliminatoria, es muy posible que casi el viaje del partido de ¡da a Gales haya salido del remanente anterior. Una eliminatoria ruinosa, pues. Pero eso habría ocurrido con la transmisión televisiva del Oporto-Barcelona desde las once de la noche, sólo un cuarto de hora después del desastre madrileño, o sin ella. Incluso, aunque se hubiera jugado hoy.

"Nos sentimos muy perjudicados, a la vista está" dijo el presidente del Atlético, Vicente Calderón, en el descanso. Añadió que se callaba las medidas por tomar, pero recalcó: "No hemos autorizado la transmisión del partido. El télex que enviamos a la federación sigue vigente, no se ha retirado. Sólo admitíamos que se televisase una hora después de finalizado nuestro partido. La primera noticia que tuvimos del tema fue el lunes. Esto no puede ser. Habría que haber visto lo que hubiera sucedido si esto le ocurre a otro club. Pero ya está bien: antes de un año alguien va a tener que soportar al Atlético".

Sin embargo, al margen de coincidencias y perjuicios, la realidad de anoche fue la persistente sombra negra de la nula atracción que persigue hace tanto tiempo al Atlético. Sus penurias se explican solas. ¿Qué atractivo podía tener un partido de fútbol con unos aficionados galeses equiváJentes a un cuadro de la Segunda División B española, a los que ya se había ganado en Bangor por 2-0, en día entre semana de este ventoso otoño, amenazando lluvia y con la humedad del Manzanares mojando las entradas más baratas a 800 pesetas y las más caras a 1.900 y hasta teniendo que pagar 400 los socios, los sufridos socios? El Atlético tiene mala suerte, por el rival, y encíma la convierte en peor. Menos mal que se clasificó. Sólo le hubría faltado eso. Pero lo que no puede ser, como dijo un día El Guerra, no puede ser y, además, es imposible.

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