Cuando tener dinero empieza a ser un problema
Los inversores se tomaron el descenso del precio del dinero en el mercado interbancario como lo que realmente parecía ser, algo coyuntural, que tan sólo viene a recordar una lección bien aprendida en los mercados de valores: el dinero empieza a ser un problema para aquellos que lo tienen. Esta paradoja encuentra su explicación en las dificultades con que se está tropezando a la hora de colocar fondos que, en principio, tenían como meta los pagarés del Tesoro, y este problema se da tanto a nivel particular como institucional. Con los próximos vencimientos de pagarés, las dificultades no harán sino crecer en la proporción en que lo hagan los fondos que queden ociosos.Mientras tanto, la renta variable continúa siendo el refugio ideal del dinero, si bien los 18,07 puntos que ha sumado el índice general del mercado madrileño desde que comenzara su escalada el 26 de septiembre pasado empiezan a plantear serios problemas, ya que, tras varios procesos realizadores en los que el flujo de dinero logró seguir imponiendo su ley, los valores que tan sólo habían subido atrapados en la inercia de la tendencia alcista -desde luego contando con el apoyo de la inversión a corto plazo- pueden hacer sonar algunas alarmas al verse obligados a efectuar algún que otro salto en el vacío y esta vez sin ningún tipo de protección.
También los sectores que actuaron como motores de la reacción alcista están ofreciendo muestras de agotamiento, aunque hasta ahora la afluencia de dinero ha evitado que se hiciera cualquier tipo de planteamiento sobre sus posibilidades reales. Algunos operadores sugieren la necesidad de que se efectúe un descanso en el proceso alcista, en estos momentos apoyado casi exclusivamente por los valores bancarios y de seguros, ya que ello contribuiría a la consolidación de los precios en tanto que los mercados del dinero terminan de efectuar sus ajustes.
La sesión en sí fue casi una repetición de las precedentes, si bien los valores bancarios pisaron el acelerador y consiguieron mejoras de hasta 15 enteros, algo que los más jóvenes del lugar no habían conocido todavía. Y no sólo mejoran los precios en el sector bancario, sino que también el total de títulos negociables ha venido ascendiendo día a día, manteniéndose actualmente en torno a los 300.000 para los siete grandes, con lo que el volumen de negocio del sector ha registrado variaciones significativas.
Los valores eléctricos, por su parte, sufrieron una mayor presencia del papel al correrse el rumor de que alguna contraprestación solicitada a última hora había impedido la firma definitiva de los acuerdos sobre traspasos de activos entre compañías, pero lo cierto es que ya habían dado sobradas muestras de cansancio en las sesiones anteriores y que tan sólo el exceso de liquidez actual ha impedido que las realizaciones tuviesen en este sector mayor trascendencia.
El papel estuvo, asimismo, presente en el resto de los grupos, provocando retrocesos generalizados, y sólo el mayor peso específico de bancos, seguros e inversoras en la confección del índice general logró impedir que estos recortes se viesen reflejados en el resultado final de la sesión.
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