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Los atletas excluidos de la Blume acusan a la federación de sectaria y arbitraria

José Manuel Menéndez y Jorge Alfaro, dos de los 13 atletas a quienes no se renovó la beca en la residencia Blume de Madrid, califican la situación en la que se encuentran de sectaria y arbitraria. Ambos, como portavoces del grupo, siguen esperando que la Federación Española de Atletismo les ofrezca una respuesta clara de por qué ya han dejado de interesar cuando, a los 20 años, todavía no se vislumbra el final de su progresión. "Hace un año éramos el futuro; ahora no valemos. Que no piensen que nos vamos a conformar con una explicación tardía, ambigua y resumida en seis líneas", afirman."Por la presente te comunico que, a la vista de las solicitudes recibidas, y previo estudio de las mismas, a propuesta de la dirección técnica, no ha sido posible concederte la beca de interno en la residencia Blume de Madrid. En espera de que sepas comprender las circunstancias de esta decisión, recibe un saludo muy cordial". Menéndez y Alfaro, como los otros atletas que recibieron esta misma carta, no comprendieron las circunstancias. Tanto es así que solicitaron por escrito una explicación.

Mientras tanto, se echaron a la calle, porque tampoco les cabía otra solución. Menéndez, apoyado en su poderoso físico -es lanzador de jabalina-, comenzó a descargar camiones en los mercados. Comenta que esto no es lo peor: "No pude matricularme para seguir mis estudios, además de por la falta de medios, por la tardanza con la que me llegó la notificación, lo que me impidió solicitar en su día la ayuda del Ministerio de Educación".

Menéndez es el tercer mejor lanzador de jabalina que hay en España. Por eso aún entiende menos que haya sido excluido de la residencia: "La dirección técnica habla de un plan de lanzamientos, pues es el sector más débil. No sé si entrará dentro de este plan para mejorar los lanzamientos expulsar a la mitad de los lanzadores residentes en la Blume".

Acusa también Menéndez de que las renovaciones de las becas han pecado de sectarismo: "A los entrenadores José Luis Torres y Francisco López les han echado tres atletas a cada uno de la Blume. Casualmente, estos entrenadores no forman parte de la dirección técnica, mientras que a otros, como Manuel Pascua, Francisco Gil o Jesús Durán, no se les ha excluido ninguno; es más, al consejero de saltos, Francisco Gil, se le ha permitido el lujo de incluir una nueva atleta".

Jorge Alfaro, por su parte, cuya progresión en la prueba de salto con pértiga ha sido de 80 centímetros en tres temporadas, pese a haber competido en su primer año de sénior con una lesión por la que tuvo que ser hospitalizado, se niega a admitir que a "atletas situados en el primer o segundo puesto de la clasificación nacional se les ha dicho que eran desechados por no ser rentables para el presente ni el futuro del equipo nacional".

En el ánimo de Alfaro pesa el que a personas que están luchando por una meta y por representar dignamente al atletismo español y que están dejando su juventud en ello, se les ha "arrebatado" lo que van consiguiendo, "y sin motivos ni explicaciones". "Eso nos da sensación de ser objeto del más total desconocimiento y desinterés", afirma.

La explicación dada posteriormente por Juan Manuel de Hoz, presidente de la federación, a Alfaro, se basa en que el Consejo Superior de Deportes ha considerado oportuno realizar un reajuste en la concesión de plazas para la residencia Blume.

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