Bueno abandona la presidencia de AP en Cataluña "por razones de salud"

Eduard Bueno, presidente de Alianza Popular de Cataluña, presentó anoche sorprendentemente la dimisión de todos sus cargos y comunicó a la dirección aliancista su decisión irrevocable de abandonar la política activa. Bueno, diputado en el parlamento catalán, adujo motivos de salud, tras haber sufrido en octubre pasado una peritonitis y tres intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, fuentes solventes de AP indicaron a este diario que, siendo ésta una razón real, la causa fundamental de la retirada de Bueno ha sido su escasa predisposición para asumir la responsabilidad de encabezar la candidatura aliancista por Barcelona en las próximas elecciones legislativas.

El presidente de AP de Cataluña, que también ha abandonado su escaño de diputado en el Parlament -donde será sustituido por el vicepresidente primero barcelonés, Juan Esteve Oriol- viajó ayer por la mañana a Madrid, para comunicar a los altos cargos de Alianza Popular su renuncia.Bueno se entrevistó con el secretario general, Jorge Verstrynge, y con el vicepresidente Abel Matutes, ante la ausencia de Manuel Fraga, en viaje por Galicia. Según las mismas fuentes aliancistas, los dos dirigentes de AP "se molestaron inicialmente bastante por la postura de Bueno", especialmente por el efecto negativo que en Alianza Popular de Cataluña supondrá remodelar por novena vez el partido.

Matutes fue el hombre que llevó a Bueno a la cúspide de la organización catalana del partido, defendiendo su candidatura ante Fraga como la del dirigente político que pondría fin a la desalentadora sucesión de siete líderes indiscutibles en los últimos siete años.

Bueno no ha llegado a comunicar personalmente a Fraga su decisión, ya que la última conversación mantenida entre ambos se remonta a 10 días antes, cuando, por teléfono, el presidente nacional de AP comunicó a Bueno que debía suspender el congreso provincial de Barcelona, previsto para octubre.

Según personas próximas al dimisionario, el presidencialismo de Fraga y "la tendencia de la dirección nacional a saltarse las normas y dictar órdenes sin previa consulta" pueden haber influido en el abandono de Bueno, "aunque de ninguna manera son en sí mismas determinantes".

En alguna ocasión Bueno había expresado en privado que el partido en Cataluña debía disponer de mayor autonomía y se había mostrado quejoso de algunas actuaciones de dirigentes nacionales. A modo de ejemplo se cita la "decepción" que causó en Bueno el que Manuel Fraga recibiera recientemente en Galicia a Alexandre Pedrós, principal adversario de Bueno en AP y sancionado con 18 meses de suspensión de militancia.

La mayor parte de los dirigentes con peso específico en Alianza Popular de Cataluña sostenía que, a falta de una candidato externo al partido con imagen y atractivo político suficiente, el hombre idóneo para personalizar en Cataluña las elecciones generales era Eduard Bueno. Este, que se juzga a sí mismo como un político atípico y de poca experiencia, ha considerado al parecer que tal responsabilidad entrañaba un gran esfuerzo, destinado a suplir sus deficiencias políticas, que su actual estado de salud no le permite arrostrar.

En una conferencia de prensa, Bueno aludió a estas razones de fondo, al declarar que su dimisión debe entenderse "dentro del espíritu de servicio del que yo hablé cuando fui elegido". Según algunos de los que le conocen, "Bueno ha preferido no dudar más sobre su condición de candidato a las generales y dejar por lo menos tiempo suficiente para que el partido, encuentre un sustituto y prepare su imagen política".