Elfidio Alonso

Sus más de 100 canciones, recogidas en los 22 discos grabados has ta ahora, han sido el motor de la sabandeñomanía, un fenómeno so ciológico que ha permitido reconciliar a los intelectuales de las islas con una renovada canción tradicional, a veces menospreciada, y que ha llegado a producir títulos con los que Los Sabandeños han revolucionado discotecas y figurado en listas de éxitos internacionales. El grupo norteamericano Viva la Gente incluye en su repertorio La polca frutera, un superventas en las islas. Elfidio Alonso, que sólo sabe de música el ligero barniz que le dejó su paso por varios coros, fue finalista en una ocasión del Premio Nacional de Música, junto a Joaquín Rodrigo y Andrés Segovia. Magda, su hija, es la encargada de trasladar al pentagrama los temas musicales que su padre dice "llevar en la cabeza".Destaca en este lagunero, hijo del único diputado canario de la República aún vivo, Elfidio Alonso Rodríguez, su perseverancia, su lucidez, su sentido de la oportunidad y una chispa que puede hacer saltar en un santiamén la polémica. En su columna diaria El tema, que firma desde hace tres años en el periódico El Día, del que es redactor jefe de Nacional e Internacional, sostiene un pulso con el Gobierno autónomo del so cialista Jerónimo Saavedra, a menudo cargado del mismo apasionamiento con que defendió hace un año una versión suya del famoso pasodoble Islas Canarias, como réplica al himno elegido por el Ejecutivo regional para la comunidad autónoma. Estos roces son los que alimentan en Elfidio la idea fija de que "el PSOE ha in cluido a Los Sabandeños en la lis ta negra".

Cuesta encontrar en la historia de las islas alguien que haya escudriñado su folclor con el mismo tino que lo ha hecho él. Es el autor de la primera antología del folclor canario y del cancionero general de las islas Canarias, que está a punto de ver la luz, y en el que ha recopilado más de 5.000 copias insulares. "El archipiélago es un laboratorio del folclor que viaja de Europa a América, y a la inversa", afirma. Entre sus luminosos descubrimientos cita que "en las islas no hay un día sin fiestas". Desde hace cinco años se desayuna apuntando escrupulosamente en un dietario personal las fiestas que anuncia la Prensa local.

La cualidad polifacética es en Elfidio Alonso su propia razón de ser. Ascendió a la Primera División de baloncesto con el Náutico de Tenerife; dejó el deporte para enamorarse de la que luego sería su esposa, Magda Palazón, y para terminar derecho, que nunca ha ejercido. Cambió la toga por la máquina de escribir y, si se descuida, lo sientan ante un consejo de guerra. Novelista, ensayista, poeta y dramaturgo, los mejores recuerdos, sin embargo; se los ha deparado el folclor. Por 1.000 votos no acompañó a Fernando Sagaseta en el año 1979 al Congreso de los Diputados, en representación de una candidatura nacionalista.