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Italia quiere pasar al año 2000 de las comunicaciones

El nuevo director de Correos italiano pretende hacer del sector el escaparate de la empresa italiana eficaz

Juan Arias

Italia es el séptimo país más industrializado del mundo, pero donde para que una carta llegue de Roma a Milán en un día hay que acudir, pagando cerca de 3.000 pesetas, a una compañía privada de correos. Italia es el país que inventó la radio, con Marconi, y gracias al italoamericano Meucci se inventó el teléfono, pero donde a partir de las nueve de la noche es imposible comunicar dentro y fuera del país porque las líneas están saturadas. Los turistas que quieren llamar a los suyos sienten a veces la impresión de estar, más que en Europa, en un país mucho más lejano ...

El importante Ministerio de Correos y Telecomunicaciones ha estado siempre en manos de democristianos en Italia. Y sobre este partido suele recaer siempre la acusación de no haber sabido modernizar lo que hoy se podría llamar el ministerio del futuro, porque por él pasará la flor y nata de la tecnología más avanzada del mundo de la comunicación a distancia. Será la verdadera empresa Italia.

Pero Italia, que suele ir con retraso en la realización de algunas conquistas técnicas, de repente es capaz de ponerse a la cabeza con saltos de cualidad que asombran hasta a los americanos que envidian el genio de esta gente.

El mago de correos

Y en el campo de correos y telecomunicaciones Italia se va a poner antes del año 2000 a la vanguardia. El proyecto de profunda reestructuración del sector ha sido presentado ya por el ministro Antonio Gava a la aprobación del Parlamento. El Gobierno ha puesto al frente de dicha renovación, desde hace sólo tres meses, al ingeniero nacido en Roma y preparado en Milán Roberto Panella, de 61 años, que habla español y que ha sido ya apellidado el mago de correos.

EL PAIS ha conversado con él largamente, primero en su despacho de director general único, del Ministerio de Correos y Telecomunicaciones, y después, durante una comida en el hotel Sheraton, de Roma. Panella es un ingeniero realista y eficiente. Empieza reconociendo que la gran reforma hay que empezar a hacerla 'dentro de casa", en el ministerio. "La gente, dice, debe prepararse profesionalmente* y ganar más. Sólo entonces se le podrá exigir". Y reconoce que su ministerio debe tener la capacidad de poder hacer llegar una carta con la misma celeridad que una empresa privada. "El ciudadano", dice, "estaría dispuesto a pagar más el servicio público si tuviese la certeza de que la carta le llegaría a tiempo". Por eso se pretende que en Italia el ministerio se convierta en una verdadera empresa rentable y que al mismo tiempo pueda competir con la competencia privada con un servicio idéntico a menor coste. Sólo así, dice Panella, el ciudadano podrá apreciar el servicio público, que siempre le costará menos que el privado.

Al recordarle que a veces la gente afirma que Correos funcionaba mejor en los tiempos sombríos del fascismo o en los tiempos negros del franquismo en España, Panella sonríe y afirma: "La gente no se da cuenta de la mole ingente de correspondencia que hoy barajamos: sólo en 1984 en Italia se enviaron más de 600.000 millones de correspondencia, que supone una media de 120 por cada ciudadano. Y sólo en Roma se han distribuido el último año 26 millones de paquetes y 6.000 millones de cartas. «¡Y después hay quien afirma", dice Panella, con fina ironía, "que la carta es un instrumento de comunicacion avejado!". Hoy, cada italiano sigue escribiendo y recibiendo mediamente dos cartas a la semana. Si al nuevo director general le dejaran las manos libres antes del año 2000, este país estará completamente automatizado y a la vanguardia en material de correos y telecomunicaciones, con los sistemas más modernos, algunos de los cuales, como la ventanilla electrónica, están ya en fase de experimentación. En la llamada ventanilla electrónica, un ciudadano podrá realizar cualquier práctica al instante, sin tener que recurrir a otra ventanilla ni hacer filas: desde un giro a un certificado, a una cartilla de ahorros postal. Todo. Como también podrá cada uno comprobar electrónicamente si tiene una carta o un paquete a través de un ojo electrónico y retirarlo en el acto.

Dos pilares del plan nacional de reestructuracion en el sector de la telecomunicación será la creación de las islas ópticas para el servicio del vídeo interactivo, tanto para uso doméstico como de negocios y la realización de sistemas nacionales vía satélite nara telecomunicaciones.

El banco del pueblo

Pero esta alta tecnología que Italia va, a poner a través de dicho ministerio al servicio de los ciudadanos no será sólo para las grandes ciudades. Se va a crear lo que Panella llama "el banco del pueblo", es decir, que las operaciones de banco y de ahorros se podrán llevar a cabo hasta en la aldea más pequeña. Y también allí serán computerizadas. Se tratará de un servicio bancario sin fines de lucro y al servicio de la comunidad, y asegura que dentro de muy poco el problema de telefonear sin tener que rehacer el número dos veces por falta de línea será sólo un recuerdo del pasado, "de la era de artesanía de las comunicaciones". Y quienes trabajan al lado del nuevo director general aseguran que Panella, el ingeniero, es hombre "más que de palabras, más "milanés que romano" en esto.

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