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Reportaje:SALUD

Vigile la leche cruda

Si no se hierve, al beberla pueden contraerse las fiebres de Malta

Cada vez son más quienes dejan de lado las playas y eligen para sus vacaciones el campo, "ese lugar en el que", según Cortázar, "los pollos se pasean crudos". Junto a los pollos -que ahora permanecen enclaustrados en las granjas avícolas- se recuperan los paseos por el monte cercano, los atardeceres fascinantes y algunos mitos más de la infancia perdida y añorada, como el olor a tomillo y la leche recién ordeñada.Esta última tiene sus riesgos si no se la hierve convenientemente. A pesar del anuncio televisivo en el que dos muchachos se cruzan en su camino con un vaquero en el preciso instante en que éste ordeña a sus vacas, y cuando le piden leche él se la ofrece envasada, son muy pocos, en realidad, los que teniendo a mano la leche tibia y espumosa pueden sustraerse a la tentación de tomar un sorbo. Pero sólo con ese sorbo pueden contraerse las llamadas fiebres de Malta, que han aumentado en los últimos años.

Su denominación exacta es brucelosis porque la origina una bacteria llamada brucella que infecta inicialmente al ganado. De éste puede pasar fácilmente a las personas que trabajan habitualmente con él, como los veterinarios, pastores y granjeros. También se contagia al tomar la leche de estos animales sin esterilizar o pasteurizar previamente. Es raro, en cambio, el contagio de persona a persona.

La leche que tiene peor fama como transmisora de las fiebres de Malta es la de cabra, pero en realidad ésta la puede transmitir como cualquier otra. Lo que ocurre es que esta leche se utiliza básicamente para la elaboración de quesos frescos comercializados directamente por los propios cabreros. Por ello resulta más difícil garantizar que las condiciones higiénicas en que se han elaborado se ajustan a la legalidad vigente.

Pero el problema principal de la leche cruda está, precisamente, en el momento del ordeño, porque tanto los instrumentos utilizados como las manos del vaquero sirven de vehículo para que se contagie por microorganismos. La leche pasteurizada es la que más se acerca a la leche cruda, y no hay que olvidar que el proceso de hervido casero es más enérgico que la pasteurización.

Fiebre ondulante

Los síntomas para identificar las fiebres de Malta son dolores de cabeza, cansancio y debilidad, sudoración, dolores articulares y fiebre recurrente. Por esto último se le conoce también con el nombre de fiebre ondulante.

Como estos síntomas son comunes a otras dolencias, el diagnóstico sólo lo puede confirmar el médico tras una serie de pruebas. O sea, si ha estado en el monte retozando con las cabras y la sola idea de volver a la civilización y al trabajo le hace sentirse enfermo y con fiebre, no se obsesione. Evite la tentación de automedicarse. Tendrá para ello su oportunidad de oro cuando dentro de un mes llegue la gripe. Simplemente le ocurre que el regreso de las vacaciones ha sido duro.

Pero si embriagado por el paisaje bucólico pastoril abusó de la leche cruda y se encuentra demasiado débil, acuda al médico. Con tratamiento, las fiebres de Malta desaparecen totalmente en unas semanas. Sin él, se producen recaídas durante años.

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