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GENTE

Antonio Masip,

alcalde socialista de Oviedo, no pudo contener las lágrimas durante el acto de bienvenida que ofreció, el pasado miércoles, a 59 niños saharauis, invitados a pasar unos días de vacaciones en Asturias por la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE-UGT) y otras organizaciones. Masip tenía razones fundadas para justificar su estado emocional: el alcalde de Oviedo fue impulsor y presidente, en los últimos años del franquismo, de la Asociación de Amigos del Sáhara, una de sus primeras actividades políticas junto con su anterior militancia en el Frente de Liberación Popular (FLP).

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