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'¿Quieres ser figura? ¡Sígueme!'

Son más de 200 jóvenes subidos a la grupa de sus sorprendentes vehículos, luchando contra el calor asfixiante de Madrid en julio. Llegaron al Jarama desde todos los puntos de España en busca de una oportunidad de demostrar que pueden ser las grandes figuras del futuro. La cita se ha promovido con un solo mensaje: ¿Quieres ser figura? ¡Sígueme! Y hacia allí se fueron. Volverán en septiembre y octubre. Viven en caravanas y tiendas de campaña instaladas en los aledaños del circuito, pero sueñan con tener algún día uno de esos camiones vivienda que ven en las fotografìas que ilustran los reportajes del circo motociclista. Es el Critérium Sólo Moto, que ha vuelto a ponerse en marcha después de cuatro años de sequía. Acompañados de familiares y amigos, esperan que alguien se fije en ellos y les permita seguir el camino triunfal que un día iniciaron Ángel Nieto, Ricardo Tormo, Sito Pons o Carlos Cardús: de las pruebas de promoción al Campeonato del Mundo.

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El loco de la colina

El Critérium Sólo Moto, una de las competiciones más importantes de la fórmula de promoción, se fundó a finales de los 70, pero, en 1980, dejó de disputarse por las innumerables trabas que Luis Soriano, ex presidente de la federación, ponía a sus organizadores. El pasado domingo volvió a disputarse en el Jarama. Ahora ha vuelto a disputarse el domingo tras cuatro años de pausa, gracias a los nuevos criterios que imperan en la Federación Española de Motoclismo con la llegada a la presidencia de Tony López. Es ésta una prueba que nació en 1978 gracias al entusiasmo de Jaime Alguersuari y de las que han surgido casi todas las grandes figuras actuales del motociclismo español. En esta edición, con la categoría de Campeonato de España júnior, han congregado a 207 pilotos noveles repartidos en dos categorías: 75 y 250 centímetros cúbicos.Cuatro pilotos veteranos acompañaron a los chavales en su primer recorrido por el circuito, para indicarles el trazado ideal de una pista que ellos como espectadores se conocen de maravilla. Enrique de Juan, Carlos Morante, Andrés Pérez Rubio y Dennis Noyes lograron que los debutantes superaran el impacto de correr por primera vez en el santuario del motociclismo español. Para Noyes "de aquí saldrán nuevos valores, porque las motos son asequibles y el que quiere intentarlo puede hacerlo sin un gasto muy grande, con el fin de llegar a saber si vale para esto o no".

El espectáculo está en el heterogéneo grupo de jóvenes repartidos por todos los rincones del circuito. Se agrupan en torno a la puerta de acceso a la pista, con expresión entre temerosa e ilusionada. Revisan con gesto preocupado sus bólidos y comentan con su gente las incidencias de su primer paso por un circuito oficial. Esperan con impaciencia que llegue el momento de la verdad. Con edades comprendidas entre los 14 y los 35 años, todos comparten el mismo entusiasmo primerizo de darse a conocer y poder seguir adelante.

Correr para ganar

Jaime Freixenet es uno de ellos. A sus 15 años ha llegado de Manresa acompañado de su padre y de cuatro amigos que le hacen de mecánicos, y le permiten reducir los numerosos gastos que ha tenido que afrontar para venir a esta prueba. "Desplazarse aquí es carísimo, los gastos corren por nuestra cuenta y, aunque tenemos algunos patrocinadores que nos ayudan, nadie da dinero por nada". Jaime se queja de las diferencias que existen entre aquellos que han venido por su cuenta, la mayoría, y los que lo hacen con equipos más o menos oficiales.El gusanillo del motociclismo se le metió a Jaime en el cuerpo cuando trabajó de mecánico con los hermanos Elías. Se compró una moto, "barata", la arregló para la competición y se fue a Madrid sin pensárselo dos veces. Era su primera carrera de velocidad, aunque ya había corrido cross. "La velocidad es otra cosa, se tiene que usar más la cabeza". Está dispuesto a seguir, a adquirir la veteranía que le permita ganar algún día. "Aquí hemos venido para ganar, para llegar a ser alguien".

La labor de los monitores durante los entrenamientos le pareció muy interesante, aunque surgieron los problemas lógicos. "Ellos dijeron que correrían muy despacio, marcando el trazado, pero nosotros íbamos a tope". Los problemas con su moto, le obligaron a pararse un momento y perdió definitivamente de vista a su monitor.

No todos han recibido el mismo apoyo familiar que Jaime. Algunos han tenido que vencer una fuerte resistencia familiar para poder acudir a la cita con la fiebre de la velocidad, y otros han venido sin que en sus casas sepan dónde están y mucho menos lo que van a hacer, "oye, no irás a poner mi nombre en el periódico ¿verdad?"

Sólo una mujer

Mari Carmen García, de 17 años, es la única mujer participante. Esta circunstancia no le causa ninguna preocupación especial, aun que confiesa que se siente incómo- da cuando la gente la mira como si fuera un bicho raro. "Pero cuando te pones el casco y das gas", comenta Mari Carmen, "eres un chico más". Simplemente uno más, muy asustada al principio porque se trata de su primera carrera y la competencia es muy fuerte, pero estuvo en el Jarama decidida a todo. "Ahora más que nunca, porque he comprendido que puedo dar algo". Los mecánicos de Mari Carmen también son de circunstancias: su novio, su hermano y un amigo la acompañan en esta aventura. En Barcelona se han quedado sus padres, que no acaban de ver bien esta afición: "En mi casa quieren que llame cada media hora porque están asustados perdidos. Dicen que esto de las motos es un deporte de chicos".

De chicos como Alex Cribillé, que un día vió un anuncio en el periódico en el que un taller de Barcelona convocaba una prueba para elegir a un piloto que le representara en el Campeonato de España júnior. Más de 100 chavales respondieron a la convocatoria, porque, como indicaba Jaime Freixenet, es muy diferente acudir por cuenta propia a hacerlo apoyado, por un equipo semioficial. Alex fue el más rápido en la vuelta cronometrada y con sus 16 años se fue a Madrid dispuesto a triunfar en su deporte favorito.

Un deporte que se beneficia de la actuación de los pilotos españoles en el Campeonato del Mundo. Tras su estela, dos centenares de jóvenes se acaban de reunir en el Jarama -y volverán a hacerlo el 7 y 8 de septiembre y el 30 de octubre en las dos últimas carreras del Critérium- para acudir a la cita con su futuro. Hubo incluso quien se presentó con una ingeniosa moto réplica casi exacta del famoso chasis monocasco diseñado por Cobas, copiado y fabricado para consumo propio, quién sabe cómo, por tres amiguetes de Cercedilla. Sueñan con ser Ángel Nieto o Carlos Cardús o Sito Pons, y algún día, quién sabe, otros chavales se subirán a una moto con la esperanza de emular a Jaime Freixenet, a Alex Cribillé o a Marí Carmen García.

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