Desdramatizar la política
No he salido de mi asombro al leer el editorial Terrorismo televisivo. La falta de una crítica real y no una parcialidad de embarulladas ideas recuerdan el argumento de: "Si la mayor parte de accidentes ferroviarios sucede en el vagón de cola, conclusión: suprimamos dicho vagón de cola".1. Es incoherente el pretender que exista la cacareada objetividad metafísica de la información, más en un organismo público. A no ser que lo que se pretenda es el cambio del término noticia por el de perservativo. Me temo que olvidéis las funciones de la comunicación: informativa, expresiva, conativa, fáctica y estética.
2. Resulta preocupante ver cómo un periódico pueda decidir qué es lo que conculca "la dignidad de todos los ciudadanos". En cuanto a mi dignidad se refiere, tengo el placer de poder comunicarte que no ha sido quebrada por el reportaje en cuestión.
3. Si don Manuel puede expresar, a modo de brulote, enunciados "absurdos", es legítimo de un medio de comunicación, que esa persona además utiliza, adornar esas manifestaciones con hechos de todos conocidos. Si en el reportaje ha existido alguna falsedad de acción o palabra, el señor Fraga tiene a su disposición (como tu periódico sabe) suficientes resortes legales para demandar de la justicia los derechos del líder de la oposición.
4. Estar por una mejor gestión, por mayores recursos imaginativos, mejores profesionales, etcétera, lo hace tu periódico a diario; ahora, desmelenarse por algo tan trivial y provocador de sonrisa más que de plantemientos intelectuales, es excesivo.
5. Desdramaticemos la política y a los políticos, si bien es cierto que nos jugamos la cosa pública... Dios è moi bo, e demo non è malo.
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