Los bancos Central y Banesto responden de la solvencia del Valencia y la Banca Garriga Nogués
SALVADOR ARANCIBIA, La Banca Garriga Nogués, filial al 100% de Banesto, y el Banco de Valencia, entidad vinculada al Banco Central, celebran este fin de semana sus juntas generales de accionistas en las que las dos casas matrices dejarán claro que apoyan a las filiales para la solución de los problemas que tienen ambas. El Banco de Valencia duplicará el capital en 2.500 millones de pesetas, que se suscribirá por el Banco Central en la medida en que no lo hagan el resto de accionistas, y la Banca Garriga Nogués contará con el apoyo de Banesto para cualquier problema que tenga a la hora de cumplir el coeficiente de recursos propios o para cualquier otro que eventualmente surja, como ocurrió a principios de año.
El Banco de Valencia, en el que el Central cuenta con el 20% del capital pero que se considera a todos los efectos como entidad vinculada, cotizó por debajo de la par a mediados de junio, por su baja rentabilidad. El Valencia, con un capital de 2.5 10 millones de pesetas, unas reservas de 5.569 millones y un activo de 163.000 millones de pesetas, obtuvo en 1984 dos millones de pesetas de beneficios. Las causas de la baja rentabilidad se encuentran en un fuerte inmovilizado en inmuebles, cerca de 10.000 millones de pesetas, y 5.000 millones de pesetas invertidos en la autopista del Mare Nostrum. que, todavía, no produce beneficios por lo que la rentabilidad de esta inversión es nula.
Los responsables del Banco de Valencia han mantenido conversaciones con el Banco de España para encontrar salida a estos problemas y en principio la decisión de duplicar el capital, hasta 5.020 millones de pesetas, entra dentro de los soluciones alcanzadas aunque no se descarta que se acaben tomando otras decisiones que podrían ir por la vía de la adquisición, por parte del Banco Central de algunos de los activos malos que tiene el Banco de Valencia.
Esta solución es similar a la alcanzada entre Banesto y la Banca Garriga Nogués mediante la que el primer banco adquiría la inversión realizada por la Garriga Nogués en la sociedad Tierras de Almería para el cultivo de productos extratempranos en invernaderos y que no se han podido llevar a cabo por las limitaciones legales a la utilización del agua subterránea, dados los peligros de salinización de los pozos existentes. La decisión de los agricultores de la zona, aconsejados por los ministerios de Agricultura y Obras Públicas para que limitaran voluntariamente el volumen de tierra regada con el agua de esos pozos, puso en evidente irrentabilidad económica muchos de los proyectos iniciados considerando poco menos que inagotable el volumen de agua existente en esa zona.
La Banca Garriga Nogués, que tiene un capital de 4.522 millones de pesetas, unas reservas de 1.761 millones y un activo superior a los 190.000 millones de pesetas, a finales de 1984, tuvo problemas de rentabilidad por esta inversión. Banesto, al adquirir dicha inversión, ha solucionado buena parte de los problemas de la Garriga Nogués, aunque en algunos medios financieros se señala que podría necesitarse algún apoyo más, de menor importancia. Fuentes de la Garriga Nogués señalaron que es previsible una ampliación de capital para adecuarse a las normas del coeficiente de garantía.
