La selección inglesa pasará un mes de aclimatación en México
El técnico de la selección inglesa de fútbol, Bobby Robson, anunció, al término de su gira por México, que su equipo, antes del Mundial 86, pasará un mes de aclimatación a la altitud de México.La selecciones de fútbol de Inglaterra, Italia y la RFA terminaron su gira de partidos amistosos en México, en un ensayo de su participación en el próximo Mundial que se disputará en unas difíciles condiciones fisicas debido a la altitud.
La ligereza del aire, la altitud y la comida picante hizo mella en todos los conjuntos europeos, espe cialmente en el de la RFA, que entrena Beckenbauer, ya que sólo cuatro de sus 18 jugadores actuaron en perfectas condiciones físicas en la semana en que estuvieron jugando a 3.200 metros de altitud.
Desde un punto de vista médico, la fatiga y la comida fueron los dos principales problemas, pero ninguna de las selecciones anunció que llevaría al campeonato su propio cocinero y sus propios,alimentos, pese a que en las semifinales del Mundial 70, también en México, el portero inglés Banks tuvo problemas con su estómago y fue baja.
La fatiga fue evidente en la actuación de los tres equipos, aunque Inglaterra e Italia, que estuvieron dos semanas en México, mejoraron visiblemente sus actuaciones en los tres últimos encuentros. Inglaterra, después de haber perdido 1-2 con Italia, derrotó a la RFA por 3-0.
Los conjuntos europeos estarán psicológicamente en desventaja por los presumibles efectos de la altitud, además de contar con que los partidos se disputarán a mediodía y a las tres de la tarde, con más de 30 grados a la sombra, lo que favorecerá a los latinoamericanos, según Robson.
Robson añadió que será fundamental llevar ventaja en el marcador desde los primeros minutos para poder aguantar el comportamiento del público, muy apasionado con su selección. Durante el encuentro México-RFA, que acabó con victoria local por 2-0, los espectadores abuchearon el juego alemán y corearon con gritos de "¡olé!" cada jugada mexicana.
Los jugadores ingleses comprobaron que la poco resistencia del aire hace que el balón vaya más lejos y esté más tiempo por encima de la hierba. "Ví que en cuanto tocaba el balón salía volando", manifestó el capitán inglés, Bryan Robson, tras el partido con Italia.
A menudo, en los pases largos y en la ejecución de los cárneres, el balón iba más allá de sus objeitivos. Los porteros Shilton, inglés, y Stein, alemán, se vieron obligados a emplear los puños, en balones que llegaban sin dificultad, a causa de los extraños que hacía el esférico en el aire.
