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No guardes para mañana lo que puedas vender hoy

Los andamiajes que adornan la sala de contratación de la Bolsa de Madrid parecen estar dispuestos para evitar lo que, según el análisis técnico, parece inevitable: la caída libre del índice general hasta cotas cercanas al 105%. Al menos ésa es la opinión de los partidarios del chart.

Luego, como casi nunca es lo que parece, resulta que ese mecanotubo está preparado para dar los últimos toques a la instalación del nuevo sistema de aire acondicionado, que sirve desde ayer para que los operadores realicen más cómodamente su trabajo. A pesar de algunos insidiosos rumores parece el aire nada tiene que ver con el enfriamiento de la contratación bursátil.

El caso es que el índice general ha perdido 63 centésimas, para situarse por debajo del 109%, nivel que hasta ahora había servido como una barrera que debía detener cualquier veleidad bajista. La bolsa se encuentra, por consiguiente, en caída libre. A todo esto, la Bolsa de Barcelona está a punto de perder la par, con su indicador ya situado a 100,70%.

Todas las sesiones necesitan alguna explicación, aunque en muchas ocasiones se trate únicamente de justificar determinados comportamientos. Por ello podría decirse que a la debilidad demostrada por el mercado -el desarrollo de la sesión del jueves había sido juzgada como muy negativa por los expertos- se vinieron a sumar los insistentes rumores respecto a un ataque cardiaco sufrido por el presidente Reagan. Después se supo que sólo eran eso, rumores, pero mientras tanto el dólar había sufrido un significativo recorte, al igual que la Bolsa de Nueva York.

Todas esas noticias influyeron, aunque tarde, en la actitud negativa de los operadores, pero tampoco se puede olvidar los ecos que dejaron en ese ambiente nervioso las informaciones publicadas sobre un posible reajuste ministerial en España.

Y puestos a hablar de influencias negativas, el banco emisor volvió a realizar ayer una subasta de préstamos de regulación monetaria de 266.857 millones de pesetas, al 14% de interés, mientras que los pagarés del Tesoro a tres meses se mantienen en esa misma retribución. Aunque la creencia generalizada es que el aumento del precio del dinero sólo es coyuntural, los operadores no se encuentran muy tranquilos en esta situación. Con menor repercusión sobre la renta variable, el interbancarlo continúa estabilizado en torno al 13 5/8% y 13 6/8%.

Mientras tanto, a un nivel propio de la bolsa, Hispanif e Indus, las dos sociedades del Banco Hispano Americano, no fijaron ayer cambio, mientras que el Banco de Valencia volvió a sufrir un retroceso, esta vez de dos enteros, al tiempo que se hacía pública la convocatoria de su junta general, que confirmaba la ya comentada ampliación de capital.

Pero no ha sido el sector bancario el que más ha sufrido las presiones vendedoras. Los valores eléctricos, una vez más, se han encontrado en el centro del ciclón, sin duda bajo los efectos del desarrollo de la operación por el control de Reunidas de Zaragoza y ante la falta de noticias oficiales respecto a los intercambios de activos.

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