_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los peligros del pacifismo

No me gustan las etiquetas, pero con el fin de contestar el artículo de Miguel Porta Perales voy a llamarme pacifista.

Aquí, en Euskadi, he encontrado otros que se llaman pacifistas. Dicen, sin embargo, que para lograr la paz a veces se necesita luchar con medios violentos, por ejemplo, en Nicaragua.

Quizá pensaba el señor Porta en ellos cuando escribió sobre Los peligros del pacifismo (EL PAÍS, 22 de mayo). Por supuesto, hay ingenuos que consideran la paz equivalente a una utopía estable políticamente. Pero, si sólo importara el objetivo supremo, entonces serían ETAm y OTAN organizaciones pacifistas. El pacifismo no es un fin, sino un medio. Tampoco es un nuevo movimiento social. Si el señor Porta quiere atacar el movimiento por la paz, por qué sigue utilizando las palabras pacifista y pacifismo sin comillas a pesar de mostrar que los términos soninal empleados. El pacifismo no con tiene las semillas de autoritarismo, porque el único poder que tiene es el poder de la conciencia indivi dual. Sin embargo, no es estéril.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

La no violenta desobediencia civil se usó con éxito (en el Reino Unido) para lograr el derecho de hacer huelgas, el derecho de pasear por algunas bonitas tierras salvajes, pero privadas, y el derecho de las mujeres a votar. Si estás dispuesto a morir por una causa, pero no a matar, la única cosa en peligro será el poder de la violencia.-

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_