El Banco de España estudiara con detenimiento los resultados del Hispano Americano

El Banco de España estudiará con más detenimiento la cuenta de resultados del Banco Hispano Americano -tercer banco del país, que hace escasos meses anunció la suspensión del pago del dividendo de 1984- que las del resto de las entidades y, sobre todo, vigilará el fortalecimiento de los recursos propios de esa entidad a la hora de decidir si levanta o mantiene la recomendación de que no reparta dividendo, manifestó el gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, en el transcurso de una conferencia de prensa celebrada tras la clausura de las duodécimas jornadas de mercado monetario

Aunque señaló que considera que a largo plazo los tipos de interés serán libres, anunció que es posible que se produzcan algunos frenazos en la fórmula de captación de pasivo que están desarrollando ciertas entidades de depósitos en los últimos tiempos.El hecho de que el Hispano pueda repartir un dividendo con cargo al ejercicio actual dependerá de su cuenta de resultados, según manifestó Mariano Rubio, quien recordó que el Banco de España no tiene capacidad legal para prohibir que las entidades repartan dividendos o no, sino que sus facultades se limitan exclusivamente a recomendar que no se haga. El Banco de España puede exigir, en el caso de que un banco no siga sus recomendaciones, que un año después incluya en su informe de gestión la opinión de la autoridad monetaria de que aquella institución no debería haber repartido dividendos.

En cualquier caso, el Banco de España vigilará con mucho más cuidado que al resto de las instituciones financieras la sanidad de la cuenta de resultados del Hispano y su grado de cumplimiento del coeficiente de recursos propios que está a punto de entrar en vigor.

Dicho coeficiente de recursos propios exige, si no se introducen nuevas modificaciones, que en su primer año de entrada en vigor los recursos propios reales sean al menos del 60% de los necesarios según la nueva normativa, creciendo un 10% anual hasta finalizar el calendario de acomodación previsto.

El Banco Hispano Americano preocupa en estos momentos al resto del sector bancario por lo que consideran puede ser un trato discriminatorio favorable. Los grandes bancos privados -que han aportado 15.000 millones de pesetas al saneamiento del Urquijo-Unión, filial del Hispano Americano, porque esta entidad no podía poner más de los 10.000 millones que ha destinado a la compra de activos fallidos de su filial-, consideran que no estaría justificado que, pocos meses después, el Hispano anunciara el reparto de u dividendo, aunque fuera simbólico. No tendría sentido, opinan que esto ocurriera cuando en e¡ mes de febrero se les convocó a que ayudaran a sacar de apuros a un grupo del tamaño de el Hispano.

Calendario de fallidos

Esta misma sensación de cierto engaño es la que les produce el hecho de que se haya aceptado establecer un calendario para amortizar los fallidos adquiridos al Urquijo-Unión. Según su parecer, los fallidos tienen que amortizarse en el momento en que se produce y, por tanto, los 25.000 millones de pesetas que han desembolsado los siete grandes bancos para adquirir activos del Urquijo-Unión deberían darse de baja en sus respectivos balances en este año. No obstante, y como el Hispano puso 10.000 millones de pesetas, cifra importante que es muy difícil de amortizar en un solo ejercicio, se ha instrumentado un calendario de amortización más amplio.Los medios financieros privados consideran que se debería seguir recomendando que no repartiera dividendos en tanto no amortizara completamente esos fallidos.

Las críticas al Banco Hispano no terminan en esos dos ejemplos y se amplian al anuncio de que empezará a retribuir, al 7% de interés anual, a los saldos superiores a 60.000 pesetas como fórmula para tratar de ganar cuota de mercado en depósitos. La gran banca privada considera que introducir esta modalidad de retribución del pasivo enrarece innecesariamente el mercado, tendiendo a encarcerlo, sin que haya garantías de que va a proporcionar resultados tangibles en cuanto a la mejora de la explotación. De hecho, uno de los puntos que se piensa tratar en la próxima comida de presidentes de los grandes bancos, a celebrar en la primera semana de junio, es tratar de convencer a Claudio Boada, presidente del Hispano, para que retire esa vía de captación de pasivo. Mariano Rubio señaló que en su opinión se camina, de forma inevitable, hacia una total libertad de tipos de interés pero que es posible que se haya tratado de ir más deprisa de lo que permiten las actuales circunstancias, por lo que no debería extrañar a nadie que se produjeran algunas interrupciones en dicha tendencia para acompasarla al a velocidad de transformación de la economía.

El gobernador del Banco de España, en su intervención de clausura de las Jornadas de Mercado Monetario organizadas por Intermoney, señaló que los procesos de liberalización del sistema financiero, que tienen a mejorar el propio sistema, generan la aparición de nuevos riesgos que tienen que ser evaluados por las autoridades monetarias en sus tareas de inspección y regulación de las instituciones financieras.

Funciones de la autoridad

De ahí ha surgido toda la nueva normativa actualmente en vigor o recientemente aprobada, y la elaboración del anteproyecto de ley de funciones del Banco de España que será entregado al Ministerio de Economía la semana próxima para su estudio. Rubio señaló que el nuevo coeficiente de recursos propios hay que entenderlo dentro del contexto en la liberalización del sistema financiero.