Las cajas de ahorro niegan en una nota oficial que tuvieran intención de prestar ayuda crediticia al agente de bolsa Alejo Buxeres
"Las cajas de ahorro no tuvieron intención ni remota idea de prestar ayuda crediticia a nadie mediante operaciones que para ellas fueron siempre bursátiles de compra y venta de valores", se dice en una nota de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) sobre el caso del agente de bolsa de Barcelona Alejo Buxeres.
La nota textual es la siguiente: "La Confederación Española de Cajas de Ahorros, por respeto a los tribunales de justicia, ya que el tema está sub judice, ha preferido matener silencio respecto a las diversas informaciones que en la Prensa han aparecido sobre el asunto del agente de Bolsa de Barcelona Alejo Buxeres, aunque en ocasiones las informaciones no reflejaron con exactitud la realidad; pero en el caso de la crónica publicada en EL PAÍS del 15 de mayo del actual, firmada por Andreu Missé, nos parece que se vierten diversas afirmaciones que, de no ser contestadas, podría darse origen a una mala interpretación. Sin duda, no por culpa del autor, sino por la posible tendenciosidad de la fuente informativa que se haya utilizado, se desfigura seriamente lo ocurrido. Deseamos hacer constar":
Operaciones bursátiles
"1º En ningún caso las cajas de ahorros que operaron a través del servicio de valores de la Confederación tuvieron intención ni remota idea de prestar ayuda crediticia a nadie mediante unas operaciones que para ellas fueron siempre operaciones bursátiles de compra y venta de valores en Bolsa. El aplicarles luego criterios propios de operaciones de préstamo es trastrocar la realidad"."2º Ante quien procedía se presentaron las alegaciones procedentes y se demostró que tales operaciones no eran operaciones de dobles. En un informe emitido por un catedrático de Derecho Mercantil de la Universidad española de reconocido prestigio se llegan a dar hasta ocho razones en función de las cuales no pueden ser calificadas de operaciones de dobles".
"3º Las rentabilidades alcanzadas en unas operaciones de compra y venta de valores en la Bolsa se desorbitan al no ser tratadas como tales, sino como si tuvieran naturaleza distinta. La Bolsa de Barcelona tuvo en el año 1984 una revalorización del 57,4%, habiendo alcanzado el 8 de octubre una máxima de 72,06%".
"Si se saca la media en 1984 de la revalorización en la Bolsa de Barcelona de aquellos valores con los cuales se efectuaban realmente las operaciones bursátiles que nos ocupan, la revalorización media anual resulta ser del 86,04%; atendiendo no a la rentabilidad de una operación aisladamente considerada, sino a la media de las efectuadas por las cajas en el despacho del señor Buxeres, sale una media de rendimiento que está por debajo de esa última revalorización aludida de los valores realmente utilizados en la mencionada operatoria e incluso también por debajo de la aludida cota del 8 de octubre".
Dos entidades no implicadas
"4º En el artículo a que nos referimos se incluye una relación de cajas de ahorro que actuaron en dicha operatoria especial y, sin duda por error, se mencionan dos entidades que no han tenido absolutamente ninguna relación con el tema y que son la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao y la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián"."5º Es desconocer la eficacia de la inspección del Banco de España decir que en este momento se está todavía investigando a dónde han ido a parar los beneficios o si ha habido distribución de los mismos entre cajas y Confederación. Esto es algo que se sabe perfectamente desde el momento mismo en que se tuvo conocimiento de la peculiaridad de estas operaciones, y por supuesto que no se ha hecho reparto alguno, sino que los beneficios han ido a quienes correspondían, o sea, a las instituciones que compraban y vendían, y se da la circunstancia de que ni una sola de esas operaciones se realizó para la cartera de valores propia de la Confederación, aunque a través de su servicio de valores es como operaron las ocho cajas que actuaron en esta operatoria con independencia de las dos catalanas que accedían directamente al despacho del agente de Bolsa señor Buxeres".
"6º En ningún caso los tipos de cambio eran fijados ni siquiera pedidos por las cajas y la Confederación, sino que era el apoderado señor Sampere el que hacía las ofertas, que eran aceptadas o no, según los casos. El motivo de por qué actuaron así los señores Buxeres y Sampere también nosotros lo desconocemos. En todo caso, la presunta irresponsabilidad de su operatoria arranca de fechas anteriores a los primeros contactos tenidos; con el servicio de valores de la Confederación y no se limitaba a las relaciones con algún cliente concreto, por importante que fuera".
"La posibilidad de realizar tales operaciones la ofreció el señor Sampere al servicio de valores de la Confederación, y a través del mismo, a las cajas afectadas, y así siguió ocurriendo en sucesivas ocasiones. Sobre la forma de actuaren dicho despacho de agente de Bolsa preferimos no emitir juicio en este momento, dado que, como decimos, está sub judice".
Suceso desgraciado
"7º En la operatoria a que nos referimos había un tipo convenido para la operación de venta que era respetado, fuese superior o inferior la cotización del día, y que no era otro que el que el señor Sampere ofrecía sin que nadie le obligaraa ello. Y cuando se anticipaba la operación de venta antes de la conclusión del plazo, porque la cotización alcanzaba ya el tipo convenido, decidía la anticipación el propio señor Sampere"."En la Confederación se desconocía, en las jefaturas superiores a la categoría de jefe de valores, el trato que con el despacho del señor Buxeres se estableció, y en cuanto se conoció se tomaron todas las medidas que se estimaron procedentes".
"Felizmente, en España las personas y las instituciones que tienen que ganarse a diario la confianza del público son perfectamente conocidas, y la trayectoria de las cajas de ahorro y de su Confederación no puede ser empañada por ninguna manipulación efectuada respecto a un suceso desgraciado".
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