El Inter impugna el partido por el golpe sufrido por Bergomi y pide su repetición

El Inter de Milán, según anunció su manager general, Franco Dalcini, minutos después de concluir el partido, impugnará el encuentro y solicitará su repetición por el golpe que recibió su jugador Bergomi, que le obligó a retirarse y ser sustituido por otro compañero. El representante del equipo italiano añadió, además, que presentarán un anexo al acta del árbitro, junto con un certificado médico de la lesión que sufrió el jugador interista. Tanto los dirigentes del Inter como los del Real Madrid reconocieron momentos después de concluir el partido que la redacción del acta del árbitro resultará al final decisiva para repetir o no el encuentro.Franco Dalcini manifestó a los periodistas que Bergomi recibió un golpe en la cabeza, producto del lanzamiento de una bola de cristal desde las gradas, concretamente del sector en el que se suelen colocar los ya famosos aficionados de ultrasur. El manager general del Inter aseguró que Bergomi sufrió un trauma craneal en la región occipital derecha, en la que se le formó un chichón, con levantamiento del cuero cabelludo. "El golpe que recibió el jugador", añadió Franco Dalcini, "le desvaneció de tal forma que le impidió continuar el partido". El entrenador del equipo italiano, Ilario Castagner, posteriormente, indicó que "Bergomi se despertó cuando le colocaron en la camilla en la que le retiraron del campo".

Aunque existen dudas de que la bola de cristal lanzada por un aficionado madridista le diera en la cabeza a Bergomi, el portero del Inter recogió entonces del césped ese objeto, que pudo ser fotografiado en sus manos por algunos fotógrafos de su país, seguramente para después ser mostrado como el cuerpo del delito. También existe constancia de que el delegado de la UEFA en el partido, Günter Schneider, de la República Federal de Alemania, recibió en el vestuario del equipo italiano la bola de cristal que produjo el golpe a Bergomi, cuando se interesó por su estado físico. El delegado de la UEFA, después de recoger la bola de cristal, que quedó en su poder, pasó al vestuario del arbitro del partido.

El delegado de la UEFA prefirió no hacer declaración alguna sobre este asunto, mientras el colegiado del partido, el escocés Valentine, que tardó casi hora y media en abandonar su vestuario, tampoco abrió la boca para pronunciarse. Un funcionario del Real Madrid, que no abandonó en momento alguno al arbitro, indicó que éste no haría declaraciones de ningún tipo, como así fue. Se desconocen, por tanto, los términos en que pudo redactar el acta del partido, si es que la redactó, porque no tenía la obligación de hacerlo entonces, como tampoco de facilitarla a los clubes participantes.

Uno de los vicepresidentes del Inter reconoció que existen muchas posibilidades de que la UEFA acepte su impugnación y el partido se repita: "Conozco perfectamente el precedente de la repetición del partido entre el Inter y el Borussia porque, como abogado que soy, defendí a mi equipo en aquella ocasión".