El café y la cama

Miguel Marías escribió en la revista Nuestro Cine que bastaba esta película de Preston Sturges -Navidades en julio- para reconocer todo su talento, su enorme importancia en el campo de la comedia cinematográfica. Junto a Lubistch y, en cierto modo, en las antípodas de Capra y McCarey, Sturges huyó del ternurismo para utilizar una mordacidad inteligente y sutil. Su visión del sistema de vida estadounidense no pudo ser más negativa, pero en ningún caso utilizó el tópico ni la caricatura fácil. Con cierto escepticismo, distanciado de sus personajes, con agudeza y rapidez, trazó unas líneas maestras sobre su época que permanecen llenas de sentido.Navidades en julio es igualmente breve en su enunciado y desarrollo, como si a Sturges no le interesara más que el núcleo de su fábula, sin necesidad de rodearla de historietas paralelas que le protegieran del fracaso. La historia de ese oficinista mediocre que sueña con una vida mejor gracias a los concursos es tan simple como ejemplar. Con la teoría de que obligatoriamente debe ganar alguna vez, ya que, por ley de probabilidades, cada fracaso le acerca más al éxito, es fácil víctima de la broma del compañero que le asegura que triunfó con su eslogan "Si no duerme, no es el café; es la cama".

A partir de ese planteamiento, Sturges precipita la historia con enorme habilidad, prescindiendo de aspectos inútiles, pero sin abandonar la meta que le inspiró: satirizar ese mecanismo del éxito y la mentalidad de quienes lo protegen, en una suerte de prisma social donde nadie es especialmente bueno, ni puro, ni, por supuesto, especialmente malo. En todo caso, quizá sólo tontos.

Comentando esa rapidez narrativa, Miguel Marías señaló que Navidades en julio carece prácticamente de final. A Sturges no le interesa la última reacción de su protagonista porque tampoco se entretuvo en las anteriores al observar su peripecia: era sólo un sistema de adentrarse en algunos aspectos de un país donde el éxito parece asegurado y donde, sin embargo, sus habitantes padecen de continuos fracasos. El desenlace, digamos, feliz no oculta el juego de que nada es lo que parece, aunque tampoco lo contrario.

Navidades en julio se emite hoy, a las 21.45 horas, por TVE-1