Karpov llegó a España para realizar una gira

Anatoli Karpov, campeón del mundo de ajedrez, jugó anoche en Valencia y hoy lo hará en Elda. Posteriormente viajará por varias provincias españolas. El avión llegó con retraso a Manises y el campeón mundial de ajedrez asumió deportivamente su papel de invitado sonriendo constantemente hasta enfrentarse durante 20 minutos a las preguntas de los informadores valencianos, antes de proceder al inicio de sus 25 simultáneas.

Nada más llegar a la capital levantina, asistió a una conferencia de Prensa. Uno de los motivos de la conversación fue el recientemente aplazado campeonato mundial con Gary Kasparov, respecto al cual culpó al presidente de la Federación Internacional, el filipino Florencio Campomanes, responsabilizándolo una vez más por esta suspensión temporal del campeonato. Acerca de su rival, dijo "Kasparov tiene un nivel muy alto, que ya demostró en las eliminatorias y que ratificó en su enfrentamiento conmigo". Cuando se le habló de que el aparato soviético parecía apoyarle en su match con Kasparov, por motivos políticos, el campeón puntualizó que Kasparov pertenece, al igual que él, al PCUS, y que mientras él es miembro del comité central de la juventud, su oponente ocupa el mismo cargo a nivel de su república.

Treinta años jugando

A sus casi 34 años, Karpov lleva ya 30 jugando, y consiguió llegar a gran maestro internacional a los 19 años. Todos estos datos sorprenden un poco en Occidente y la cuestión era saber si la precocidad y el alto nivel de los ajedrecistas rusos se debía a algún rasgo especial de su etnia o a una promoción estatal en ese sentido.Karpov apenas dejó terminar a traductor, y se lanzó a explicar como el ajedrez es parte de la historia de su pueblo: "Históricamente el ajedrez ha sido un deporte popular en mi país, a finales del siglo pasado ya hubo torneos internacionales en diversas ciudades, destacando los de San Petersburgo. Durante la revolución del 17 y más tarde en la guerra civil se siguieron organizando torneos y en 1920, en la mayor pobreza, se disputó el primer campeonato de la Rusia soviética. Los niños, pues, desde pequeños juegan espontáneamente, y además, se recibe una muy intensa ayuda del estado".

Desde luego, el denominador común del juego de preguntas y respuestas fue su partida con Kasparov, y claro, se le planteó su bajón de juego en las últimas partidas: "realmente, cuando se juega entre grandes maestros internacionales no puedes tener un instante de relajo. Y desde luego es imposible hacerlo sin perder alguna partida; así, tras los diversos juegos que finalizaron en tablas, perdí la sensación de peligro y me confié un poco, y de esta manera Kasparov pudo ir acortando distancias con cierta celeridad".

Alguien le recordó a Anatoli Evgenyevich Karpov que Korschnoi había dicho de él que tuvo que ser recluido en una clínica suiza tras la gran tensión del mundial. Sonriendo, Karpov sentenció: "Korschnoi juzga a los demás como él se siente". Durante la conversación sorprendieron las amables citas del campeón sobre el norteamericano Fischer, quien renunció a ser su rival en 1975 y le permitió acceder al título: "Lo digo porque lo siento, Fischer es un gran jugador, del que aprecio especialmente su fuerza, al jugar y su talento".