_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Los vuelos de la Codorniz

La Codorniz fue una: la que inventaron Tono y Mihura. Una revolución estética. La segunda Codorniz, la que dirigió Alvaro de Laiglesia: una revista diferente que utilizó el título histórico. No es cuestión de calidades la que procede -aunque fuera objeto de una polémica entre el fundador y su discípulo herético-, sino constatación. En el programa Vivir cada día y en el diálogo que continuó en Radiocadena se vino a decir que eran formas de humor adecuadas a los cambios de la sociedad española; y la permanente honestidad intelectual de Chumy Chúmez -que no sólo es gracioso y dibujante de trazo excepcional, sino inteligente- insistió en ello.El programa no aclaró mucho. Vivir cada día fue grande en otros tiempos, cuando documental y creación televisiva se cruzaban con fertilidad. La nueva serie de dramatizaciones o reconstrucciones sobre guiones elaborados le ha hecho perder. Los personajes que se interpretan a sí mismos en su pasado, la falsa sorpresa, la espontaneidad fingida ante lo que sabemos que ha sido una cuidadosa preparación de cámaras y sonido lo ha arruinado. Queda el interés de los temas elegidos y alguna brizna de veracidad que traspasa la elaboración. El que se ha dedicado a la gran revista desaparecida -Las plumas de La Codorniz- es un ejemplo de esa ruina.

Los creadores supervivientes de aquel humor -no todos- aparecen privados de su naturalidad; y la dramatización de sus chistes fue periosa. Los programas tienden muchas veces a su propio protagonismo y ahogan a sus personajes, que terminan siendo utilizados.

La Codorniz, por antonomasia, no fue tan inocente ni tan inocua, ni tan dedicada a la nada. Procedía de un breve ensayo periodístico hecho por Tono y Mihura antes de la guerra -El perro, el ratón y el gato (comen en el mismo plato) y de La ametralladora, publicada durante la guerra en San Sebastián y tenía unas influencias culturales muy fuertes: el surrealismo, el absurdo (Mihura ya había escrito Tres sombreros de copa) y el brillante humor italiano de la época del fascismo, con una misma necesidad: despegarse de una realidad no compartida por una evasión no criticable. Mihura, Tono, Edgar Neville, Fernández Flórez, Enrique Herreros o Mingote eran personas hechas en un régimen cuyo resultado no compartían. De lo que se burlaban en su revista era de una manera de vida impuesta: del tópico convertido en dogma, de la retórica convertida en estilo, de la voz ahuecada, de la cursilería imperial, de la estrechez de costumbres. Por eso escandalizaron; por eso una gran parte de la juventud se sumó a ellos -incluyendo los que habían perdido la guerra- y un sector conservador los combatió.

Álvaro de Laiglesia aprendió de ellos -entró de niño en La ametralladora-, pero quizá porque era de otra generación o porque tenía otro sentido de la vida, y desde luego porque tuvo su personalidad distinta, se quedó con La Codorniz y su dirección; retuvo algunos colaboradores, llamó a otros y dio larga vida a la nueva revista. El programa Vivir cada día se volcó por esta última opción.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_