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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Vittorio de Sica visto por María Mercader

María Mercader tenía 23 años cuando conoció a Vittorio de Sica en 1949. Fue en Roma, donde la actriz española había ido a rodar una película e intentar hacer carrera en el cine italiano, por entonces con las cadenas de distribución abiertas en todo el mundo.Vivió María Mercader 34 años con Vittorio de Sica y de él tuvo dos hijos. Ahora es más conocida como la viuda del cineasta italiano que como aquella actriz catalana, nacida hace casi 70 años en Barcelona, que llegó a intervenir en una treintena de películas, una de ellas ese sencillo y bonito filme titulado Buenos días, señor elefante recientemente emitido por TVE.

La larga vida en común de ambos fue detalladamente narrada por María Mercader en su libro Mi vida con Vittorio de Sica, que fue editado en España en junio de 1980. En este libro salieron a la luz los entresijos de una complicada relación, que no pudo aclararse hasta la legalización en Italia del divorcio, que permitió al cineasta romper su matrimonio con Giuditta Rissone.

Vittorio de Sica murió en 1974, a los 62 años de edad. Once años después, María Mercader vuelve sobre el tema central de su vida a través de la televisión, como primera entrega de un nueva serie de TVE titulada Mujeres para una época, que ha sido dirigido por Mercé Villaret sobre guiones deJosep Martí Gómez. En este ciclo se hacen 13 perfiles de otros tanto hombres famosos de este tiempo a través de los recuerdos y testimo nios de sus respectivas viudas. En las próximas semanas se ofrecerán los perfiles de Pau Casals y Palmiro Togliatti, pero en la oficina de prensa del Ente ayer ignoraba aún cuáles serán los destinatarios de los 10 perfiles restantes.

El programa dedicado a De Sica incluye una entrevista con María Mercader, otra con el guíonista -uno de los ejes del neorrealismo fundacional- Cesare Zavattini, una seleccción de intervencio nes ante las cámaras del actor y director italiano y secuencias de algunas de sus obras como actor y como director.

Cineasta para la historia

Como director, la vasta, muy variada y en cierto modo contradictoria obra de Vittorio de Sica oscila entre el cine de simple consumo situado a medio camino de la comedia y el melodrama -cuyos dos ejemplos más conocidos son Los girasoles y la versión cinematográfica de la obra teatral de Eduardo de Filippo Filomena Marturano que aquí se tituló Matrimonio a la italiana- y el cine para la historia de este arte, que engloba su decisiva aportación, junto a la de Roberto Rossellini, a la fundación de la corriente neorrealista en los años de la posguerra mundial.

Cuando María Mercader conoció a Vittorio de Sica, en 1949, éste se encontraba en la cúspide de su celebridad. El año anterior había realizado su obra cumbre, Ladrón de bicicletas, que convirtió su nombre en un eco familiar en todo el planeta. Existía el precedente de El limpiabotas, en 1946, pero la dimensión universal de este cineasta se consumó en este filme, que es parte de la historia italiana de la posguerra.

Pero aún le quedaban algunos pasos que dar a Vittorio de Sica en el libro de oro del cine europeo de aquel tiempo. Estos pasos fueron fundamentalmente dos: en Milán y Umberto D, filmes realizados en 1951 y 1952, respectivamente. Tras estos filmes la estrella del director pareció eclipsarse con el renacimiento de su vocación originaria de actor, que brilló en Pan, amor y fantasía y las películas que nacieron de ella.

En estos filmes, Vittorio de Sica se mostró corno un sutil y consumado bufo, muy distinto, aunque equiparable, a los mejores del cine italiano de aquel tiempo, como Totó y los hermanos De Filippo. Pero una nueva faceta del actor permaneció hasta 1953 inédita. Este fue el año en que Max Ophuls le dirigió en Madame D., admirable filme que exigía actores dramáticos de primer orden.

En Madame D., Vittorio de Sica estuvo con creces a la altura de este gran desafío para su carrera de actor, e hizo una creación memorable, al menos tanto como la que, seis años después, en 1969, compuso en el filme El general de la Rovere, para Roberto Rossellini, su gran colega y adversario en la gran aventura creadora del neorrealismo.

Mujeres para una época se emite hoy a las 0.10 por TV-2.

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