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Con el tesón del río que ahonda su cauce día tras día

Los tímidos intentos de elevar los precios por parte de los pocos y sufridos operadores que permanecen aún al pie del cañón no están cosechando grandes éxitos. La subida de dos centésimas en el índice general es menos que nada, como diría Aute.No es sorprendente esta atonía del mercado, sobre todo si se observan los volúmenes de contratación. Se puede comprobar que el pasado lunes se registró el mínimo del año, con 976,6 millones de pesetas efectivas. Con esas pobres fuerzas poco se puede esperar de la bolsa en esta semana, que, a pesar de lo que digan los libros, es la menos apasionada de todo el año.

¿En qué se centra la atención de los analistas en estos días? La respuesta no es difícil, aunque no sirva de nada por ahora. Los expertos estudian la evolución de las magnitudes macroeconómicas de la economía española, la evolución del dólar -que está volviendo a subir hasta cotas que los especialistas consideran estables, después de los máximos anteriores- y el incógnito futuro de los tipos de interés, que quizá sea la mayor amenaza -en todo caso, el mayor miedo- de cara a la renta variable, así como las repercusiones del acuerdo establecido con la Comunidad Económica Europea.

En lo que se refiere a la actualidad de la sesión, las compañías eléctricas son las que han registrado un mayor descenso (51 centésimas), sin duda a consecuencia de haber subido más en la jornada anterior; pero la atonía general del mercado también se hace patente en este corro.

Los bancos, por su parte, dan señales de haber aprendido bastante bien el funcionamiento de la nueva caja y ahora las oscilaciones suelen ser muy pequeñas, y sólo se mueven los cambios cuando alguna partida descontrolada aparece en el ordenador. Eso, más o menos, es lo que ocurrió ayer con Vizcaya, que subió nueve enteros, y con Popular, que, bajó tres. El resto de las siete mayores entidades repitió, y todos tan contentos. El saldo para estos bancos se situaba en 149.998 títulos a la compra y 10.068 acciones a la venta, con lo que el saldo, positivo, se situaba en 139.930. Nuevamente Banesto puso en marcha sus motores y cosechó un saldo comprador de 111.801 títulos.

El tercer peso pesado del parqué, Telefónica, prosiguió con su marcha ascendente, que ya no sorprende a casi nadie, y ganó otras 53 centésimas en el índice general, según parece a causa de haber mejorado su cambio en 0,80 enteros.

Finalmente, ayer se dieron a conocer las cifras provisionales de la contratación durante el mes de marzo, que confirman que en el primer trimestre de 1985 se ha cubierto el 50% del año anterior. Los efectos públicos totalizaron 2.966 millones de pesetas; los bonos, 3.628; las obligaciones, 698, y las acciones, 33.808 millones. El crédito al mercado alcanzó 2.538 millones de pesetas en compras y 292 millones en ventas. Los pagarés del Tesoro se situaron» en 14.645 millones, a vencimiento, y 12.954 millones con pacto de recompra. Los pagarés de empresa sumaron 2.603 millones, y los bancarios, un millón de pesetas. Las inversiones extranjeras fueron de 2.088 millones en compras y 933 millones en ventas.

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