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Francia y la RFA mantienen que habrá acuerdo con España antes de la 'cumbre'

Soledad Gallego-Díaz

La adhesión de España y de Portugal a la Comunidad Económica Europea (CEE), la preparación de la cumbre de Bruselas que se celebrará a finales de esta semana y, sobre todo, de la que se celebrará el próximo mes de junio en Milán (Italia), serán los dos puntos principales de la entrevista que mantendrán hoy en París el presidente François Mitterrand y el canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl.Los dos políticos, que estarán acompañados por varios miembros de su Gobierno, han reiterado su voluntad de que la ampliación del Mercado Común Europeo se produzca en las fechas previstas, es decir que se firme el tratado antes del próximo mes de junio. Kohl insistirá una vez más en su negativa a aumentar los recursos propios del Mercado Común mientras que España y Portugal no sean miembros efectivos del mismo.

Las autoridades francesas aseguran que las negociaciones se pueden completar el próximo día 29 y que no hay motivos para alarmarse, pero una nueva llamada de atención de Bonn no estará, probablemente, fuera de lugar.

París necesita reforzar la atmósfera de entendimiento con la República Federal de Alemania, especialmente porque está a punto de abrirse la gran batalla anual sobre los precios agrarios. Cerca de 100.000 agricultores galos se manifestaron la semana pasada en 13 ciudades francesas, protestando por el débil incremento de precios propuesto por la Comisión de Bruselas. Tradicionalmente, Gran Bretaña y la República Federal de Alemania defienden una política de restricción en los gastos agrarios, mientras que Francia lucha por evitar que los márgenes se reduzcan demasiado.

Coches no contaminantes

Mitterrand tendrá también que agradecer a su colega alemán el acuerdo sobre los coches limpios, que estuvo a punto de provocar un agrio enfrentamiento entre los dos países. Kohl, presionado por los verdes, quería que la CEE aprobara inmediatamenmte una legislación anticontaminación que perjudicaba a los fabricantes franceses. Una larga discusión entre los dos políticos, el pasado mes, hizo posible que Helmut Kohl aceptara al final un plazo bastante más largo de adaptación de la nueva legislación.

El presidente de la República francesa procurará también asegurarse el apoyo de la RFA cara a su famosa "iniciativa para la reforma de las instituciones comunitarias", anunciada el pasado mes de febrero. La propuesta francesa no será conocida probablemente hasta el mes de junio, en la cumbre de Milán, pero es evidente que París tiene que lograr antes la aprobación de Helmut Kohl, siempre dubitativo ante este tipo de avances. Si la ampliación de la CEE, deseada por los alemanes, no se hubiera producido para esas fechas, Mitterrand se encontraría en una posición muy incómoda frente a su colega a la hora de tratar de obtener su apoyo.

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