Amancio : "Quiero que mis jugadores piensen en el fútbol la mitad de lo que yo pienso en él"
La Copa de la UEFA llega para el Real Madrid como una especie de ser o no ser después de tanta decepción en la Liga española. Amancio Amaro, su entrenador, parece estar especialmente disgustado por el traspié más reciente, el del domingo pasado en Sarrià, y ayer, tras expresar que, en un equipo como el Madrid, "se debe llorar cuando se pierde" afirmó que sus jugadores no pueden seguir dando en la defensa tantas facilidades. "Quiero que piensen en el fútbol la mitad de lo que yo pienso en él", declaró después de lamentar que en las concentraciones algunos estén más pendientes de sus negocios o sus estudios que de su profesión. Amancio cree que, "si son responsables" la derrota ante el Españoll "les afectará positivamente". Amancio ha convocado de nuevo a Juanito y Lozano, mientras Shreeves, el técnico del Tottenham, está preocupado por la baja de Roberts.
Amancio vio en directo al Tottenham, del que opina que es un equipo que presiona mucho, en una ocasión. El londinense, uno de los 12 clubes profesionales de la ciudad y uno de los cinco que milita en la Primera División, no abusa del juego aéreo. Impera el carácter frío del centrocampistHoddle, el encargado de lanzar los balones a los dos puntas. Hábil con ambas piernas, buen chutador y poco luchador, se le podría considerar como el latino del grupo.
Para Amancio, el Tottenham es un buen conjunto, pero nada extraordinario. ¿Cómo piensa contrarrestar su juego? "Como habitualmente se juega fuera de casa: resguardando nuestra portería, cerrando líneas y, cuando cojamos el balón, haciendo daño delante. Desde luego, no saldremos a la defensiva". Con esa idea se trajo ayer a Miguel Ángel y Ochotorena, porteros; Camacho, Chendo, Salguero, Sanchis, San José y Stielike, defensas; Ángel, Gallego, Lozano y Michel, medios, y Butragueño, Juanito, Santillana y Valdano, delanteros,
Tampoco pondrá especial vigilancia a los, según Amancio, hombres claves del Tottenham, como el fornido negro Crooks, más bien rechoncho, luchador incansable y no agraciado especialmente para la técnica, o Falco, un valiente goleador, aunque la valentía vale para todos con la excepción de Hoddle. Falco ha marcado ya 22 goles, mientras que Crooks lleva 16.
El técnico inglés, Peter Shreeves, tiene la misma incertidumbre que la afición española. Está harto de ver perder al Madrid, pero cree que puede repetir la actuación ante el Anderlecht. Esos 90 minutos antológicos son la única sombra de la fiel afición del club. Unos hinchas como todos. Desde luego, más cantautores que los de Madrid, pero similares a los de Bilbao. Vocingleros en la victoria y silenciosos *cuando pintan bastos o cuando, simplemente, su equipo no juega bien. En esos casos, Roberts o Perryman se vuelven a las gradas e increpan al público para que siga animando. Por lo demás, los supporters no marcan. .
Graham Roberts es la fiera de White Hart Lane, un estadio,como la mayoría de los ingleses, vetusto, incómodo y con-las gradas encima de los jugadores. En las últimas diez temporadas, este campo ha sido el de Londres que ha registrado mayor afluencia de espectadores, a una media de 30.991 personas por partido.Lamentos por RoberteRoberts es el eterno suspiro del técnico Shreeves. Es un defensa, pero los lamentos por su baja se explican porque constituye el espíritu del Tottenham. Por sus condiciones, su lealtad al clubque le rescató de los muelles y sus arrancadas desde atrás, es el Pirri londinense.Según The Times, Roberts es el corazón de acero del equipo, el hombre sin piedad que convierte al delantero más peligroso en una dulce Jane Torvifi, la patinadora británica multicampeona. "No soy un hombre-hacha", alega. Para demostrar que la tipología del futbolista se repite calcadamente en cualquier parte del mundo basta oír a los delanteros británicos. Según ellos, es imposible jugar contra Roberts sin recibir una patada por lo menos.
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