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El conjunto español fue conservador frente al escocés en el Europeo sub 21

El resultado de ayer en Cádiz deja a los sub 21 españoles el camino expedito hacia la fase final del Campeonato Europeo, ya que sólo con vencer a Islandia en propio campo se clasificarían. El encuentro no fue lucido. No hubo conjunto, sino individualidades. Ambos bloques se vigilaron muy estrechamente desde el principio y en el cuadro español, que ganó en su día en Escocia por 0-2, se notó cierto conservadurismo. Los escoceses evidenciaron una mejor forma física, aunque las ocasiones de gol fueron más y mejores para los españoles.Luis Suárez puso a Quique de centrocampista defensivo y esa poco definida demarcación desconcertó ligeramente al cuadro español en la primera mitad. La selección española no enlazaba con idcilidad sus líneas. A ello se unía la inestabilidad de los centrocampistas Ibáñez y Eusebio, que repartían errores y aciertos. De hecho, cada vez que acertaban en las entregas el peligro llegaba al área escocesa, principalmente con las acciones rematadoras de Cholo y las jugadas de Zurdi. La otra punta, Eloy, poco pudo hacer ante un marcador como McKinlay, que le sacaba medio metro y se mostró duro en varias ocasiones, por lo que fue amonestado.

Esa dureza inicial sólo se concretó más tarde en la pugna entre Sanchis y Speedi, que recordaba al Johnstone del Celtic por la estatura y el regate y a McEnroe por los gestos. El madridista se mostró excesivamente duro en muchas acciones.

Los escoceses gozaron también de ocasiones. Hubo una jugada polémica en el minuto 71, cuando un fallo defensivo español permitió a Black la penetración en solitario en el área, Serna le arrebató el balón y el escoces cayó al suelo. Los pocos cientos de hinchas escoceses pidieron penalti, pero el árbitro no lo concedió.

A mediados de la segunda parte, la selección española comenzó a notar el esfuerzo físico y dejó sus acciones ofensivas al buen entendimiento de sus jugadores. En ese sentido, los gijoneses Eloy y Zurdi demostraron entenderse a la! mil maravillas y éste, sobre todo, brindó varias jugadas de gran calidad. El cambio de Ibáñez por Bustingorri dio un poco más de movilidad a la vanguardia española, pero se produjo tardiamente.

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