Amenaza de ruptura en el PCE ante la conferencia nacional del partido

La sombra de una ruptura casi sin precedentes planea sobre el Partido, Comunista de España (PCE) ante la próxima celebración de su conferencia nacional, a finales de marzo. Fuentes del sector minoritario, afecto a Santiago Carrillo, hablan de que en el seno de la actual dirección se ha llegado a barajar la idea de disolver el comité regional de Madrid, principal bastión de los adversarios del actual secretario general, Gerardo Iglesias, caso de que no se acepten las propuestas conciliadoras. Para ambas partes, las perspectivas son pesimistas y el partido "está peor que nunca".

El Secretariado del PCE, compuesto en su totalidad por seguidores de la dirección encabezada por Gerardo Iglesias, celebró una tensa reunión el pasado jueves, en la que, según uno de los asistentes, se estudió la posibilidad de ofrecer, antes de que se celebre la Conferencia, una "amplia integración" a los minoritarios o carrillistas; es decir, la entrada de miembros de este sector en el Secretariado, y una mayor representación en el comité ejecutivo y en la comisión redactora del manifiesto-programa.En círculos próximos a Gerardo Iglesias se baraja ya también la posibilidad de dar marcha atrás en la idea de fórrnar una convergencia de izquierda, que, de acuerdo con la concepción original, tuviese una traducción cara a las próximas elecciones legislativas.

Los carrillistas rechazaron en todo momento esta idea. Alegan que su puesta en práctica supondría una renuncia fórmal a las esencias de un partido comunista. La convergencia podría haber llegado, según estas tesis, a la formación de coaliciones en las que no estuviesen presentes ni los símbolos del PCE (hoz y martillo) ni las siglas del partido.

Los contactos iniciales para ver con quién podría, en cada provincia o región, formarse la convergencia, mostraron que el empeño no iba a llevar lejos. Así, en Galicia, donde los sondeos atribuyen al PCE apenas un 1,57% de intención de voto, pareció imposible cualquier acuerdo con la más representativa de las fuerzas a la izquierda del PSOE, Esquerda Galega. Ahora, algunos de los dirigejates comunistas del entorno de Iglesias barajan una nueva propuesta, que probablemente será presentada en la Conferencia Nacional, consistente en reafirmar la idea de la convergencia como "idea estratégica", pero sin traducción electoral. El propio Iglesías afirmó recientemente que el PCE irá a las próximas elecciones con sus siglas y símbolos.

Goteo hacia los prosoviéticos

Este planteamiento de cierta marcha atrás en una de las ideasclave de la táctica política de Iglesias, junto con la propuesta de una "generosa integración" en los máximos órganos decisorios del partido no parece, sin embargo, que llegue a ser suficiente para el sector minoritario de Carrillo. En las conversaciones que los más destacados miembros de este sector -el propio Carrillo, Adolfo Piñedo, Juan Vilialba, Ignacio Latierro, Julián Ariza, Juan Ignacio Marín...- han ido celebrando en las pasadas semanas con la actual dirección, especialmente con Gerardo Iglesias, no se ha llegado, aparentemente, a acuerdo alguno.

Los carrillistas alegan que con la estrategia diseñada por Iglesias, "se va hacia la liquidación del partido, en beneficio de los prosoviéticos de Ignacio Gallego, que: se están beneficiando de un goteo que hace mucho daño al PCE; dicen que el partido "carece de una línea fija, y nadie sabe si se acepta o no el eurocomunismo, por ejemplo, ya que unas personas de la mayoría, conw Felipe Alzaraz, por ejemplo, dicen que debe rechazarse el término y otros, como Nicolás Sartorius, afirman lo contrario". Respecto a las promesas de integración, los minoritarios afirman que éstas no se han cumplido tras la celebración de comités regionales en Aragón y Castilla-La Mancha; finalmente, exigen que el comité ejecutivo reduzca su actual número de componentes -28-, "porque tal y como está actualmente no es operativo, es asambleario", y que salgan del mismo miembros del sector mayoritario.